El mecanismo más eficiente para atenuar el impacto de los precios internacionales en el mercado interno no pasa por la suspensión de las exportaciones sino por “un aumento en las retenciones”, si bien no están dadas las condiciones para abrir un debate al respecto por diferencias “aun dentro de las filas del oficialismo”.
Así lo sostuvo la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) y su mención a las diferencias internas del Frente de Todos cobra especial importancia si se tiene en cuenta que la directora de la entidad, en uso de licencia, es la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marcó del Pont.
Más allá del descenso en los precios de los últimos días, FIDE puntualizó que “las cotizaciones de los granos siguen batiendo récords como no se observaba desde el año 2012”, una buena noticia que “trae alivio al frente externo y contribuye a anclar expectativas en el mercado cambiario” pero que tiene como contracara “la fuerte presión sobre los precios internos de los alimentos”.
“Tal circunstancia no solo agrava la delicada situación social heredada y profundizada por la pandemia, sino que también pone en cuestión el objetivo oficial de recomposición de los salarios reales, base imprescindible para dinamizar el consumo interno”, indicó.
Para la entidad, la solución del problema “no es sencilla”, en parte porque “todo indica que estas tendencias se mantendrán” pero además “el terreno político no parece ser el más fértil (aún dentro de las filas del oficialismo) para que la conducción económica pueda impulsar un aumento en las retenciones, que sería el mecanismo más eficiente para hacer frente a este shock externo”.
La opción de una suba de derechos de exportación surge debido a que “hasta el momento, las medidas sustitutas –acuerdos, registros de exportación, entre otros– no han dado muchos resultados”.
La resolución 75/21 del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca que suspende las exportaciones de carne por 30 días tiene un plazo de vigencia hasta el 19 de junio, día en el que tanto el Gobierno como los consumidores y todos los participantes de la cadena de carnes (productores, frigoríficos, matarifes, carnicerías y supermercados, etc) podrán evaluar si la medida tuvo el efecto buscado por las autoridades.
Por lo pronto, el incremento del precio de la carne no se detuvo en los últimos días, en los que además se acusó el efecto de un cese de comercialización dispuesto por la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias.
En ese contexto, el escenario posterior a la vigencia de la suspensión de exportaciones abriría el debate sobre la posibilidad de un incremento de las retenciones, incluso para quienes no son partidarios de su aplicación pero las admitirían como un “mal menor” para evitar una prórroga de la resolución 75. (DIB)