La eventual mudanza política de María Eugenia Vidal a la Capital agita el tablero de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires. Frente a la posibilidad de que la exgobernadora decida volver a ser candidata en la Ciudad -o apueste por un proyecto nacional-, varios dirigentes de Pro, como Diego Santilli o Jorge Macri, buscan posicionarse para pelear por la provincia en 2023. Esos movimientos incipientes avivan tensiones internas.
Desde que retomó la actividad, Vidal se mueve con extrema cautela. Por eso, sorprendió días atrás cuando reconoció que duda entre volver a competir como candidata en la provincia o retornar a la Capital, su cuna política, en las próximas elecciones. «Es como elegir entre la familia de origen y la que una forma cuando se casa», bromeó. Luego, aclaró que decidirá lo que considere «mejor para la Argentina y para el espacio».
Así, Vidal evidenció su doble juego. Desde hace meses, pone un pie en la Ciudad, donde Horacio Rodríguez Larreta la integró a sus equipos durante la crisis sanitaria y busca perfilarla con sigilo como su eventual delfín para sucederlo en la jefatura de gobierno. A su vez, Vidal se mantiene muy activa en la provincia: con un perfil dialoguista, participa de la mesa política de Juntos por el Cambio y trabaja para preservar la unidad. Ayer, replicó en redes la crítica de Hernán Lacunza a la quita de 1 punto de los fondos de coparticipación federal a la Capital.
A pesar de que la exgobernadora intensificó en el último tiempo su acercamiento a la Capital, referentes bonaerenses de Pro apuestan a que Vidal encabece la boleta de diputados nacionales de la coalición en la provincia en 2021. Argumentan que, detrás de Larreta, es la dirigente de la oposición que mejor mide en los sondeos y su eventual postulación generaría un amplio consenso en la coalición. En la Ciudad comparten esa visión. «Creo que va a ser candidata en la provincia el año que viene», vaticina uno de los jefes del macrismo en Buenos Aires.
Sin embargo, frente a la profunda crisis y un escenario político incierto, Vidal sabe que no es momento de tomar definiciones, y menos aún de comunicarlas. La incógnita se develará al filo del cierre de listas del año próximo, dicen cerca suyo.
Dirigentes de Pro de Buenos Aires, que comparten reuniones virtuales con la exmandataria, no la ven con «ganas» de volver a pelear por la gobernación y la imaginan jugando en la Capital en 2023. «Son especulaciones. Lo va a definir con Horacio», repiten en el entorno de Vidal. En cambio, un dirigente de extrema confianza de la exgobernadora enfatiza: «Puede ir a la provincia, a la Ciudad o por la presidencia en 2023. Va a ser funcional al espacio, no solo a Horacio».
Mientras tanto, en la Ciudad ya la ubican en el lote de candidatos para suceder a Larreta. ¿Un mensaje para Martín Lousteau y Patricia Bullrich, aspirantes al sillón del alcalde capitalino? «Hoy, hay dos muy instalados: Lousteau y Vidal», reflexiona un alto funcionario porteño. Otro nombre que emerge en reserva es Fernán Quirós, ministro de Salud y vocero mediático de la gestión en la pandemia. En Juntos por el Cambio hay muchos interesados en aparecer en esa lista.
El «factor Vidal»
Antes de que llegara la peste, Santilli se había largado a «caminar» la provincia para fortalecer el armado del proyecto presidencial de Larreta. Al seguir como vicejefe porteño, resignó su aspiración a gobernar la Ciudad en 2023. Y, frente a las dudas de Vidal, encontró en el vasto territorio bonaerense un nuevo objetivo para su carrera política. La jugada contó con el aval de Larreta y Vidal.
Pero, en un contexto sanitario y económico incierto, el larretismo ensaya un repliegue estratégico de la provincia. Y el armado se teje con cautela. «Hablar de 2023 es ciencia ficción. No sabemos si vamos a estar vivos y a resistir el ataque del kirchnerismo», evalúan en el Ejecutivo porteño. A Santilli le preocupa, sobre todo, la magnitud de la crisis.
El vice de Larreta no es el único que podría saltar a la provincia: Elisa Carrió y Miguel Ángel Pichetto también amagan con subirse al ring bonaerense en 2021. Una postulación de Lilita alteraría el armado del «ala dialoguista», que lideran Larreta y Vidal.
En ese marco, el «factor Vidal» funcionará como un ordenador de la interna bonaerense en 2021, coinciden en Pro. Su candidatura bloquearía el desembarco en la lista de un referente, como Santilli o Carrió. «Si ella no fuera a la provincia, vendría bien ‘el Colo’ para encabezar», especula un armador del macrismo bonaerense. Parece difícil.
Resistencia
Sin embargo, la incipiente incursión de porteños en la provincia ya genera resistencias. El intendente de Vicente López, Jorge Macri, no oculta su ambición de ser gobernador en 2023. Por eso, el jefe de Pro en la provincia abroqueló días atrás en una foto a los alcaldes Néstor Grindetti (Lanús), Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Julio Garro (La Plata) para enviar un mensaje claro a la sede del gobierno porteño: las candidaturas bonaerenses de Pro se definen en la provincia.
Reclaman un mayor protagonismo de los intendentes en la coalición y no quieren que les impongan nombres desde la Capital en 2021, como ocurrió con Vidal en 2015. El planteo, dicen, se lo hicieron llegar a Larreta. «Están mostrando los dientes, para después negociar», replican desde el vidalismo.
Macri, Grindetti y Valenzuela protagonizaron un curioso episodio en Olivos, cuando Alberto Fernández anunció el quite de recursos a la Ciudad. Adujeron que fueron a dar una señal de respaldo frente a la gravedad de la crisis policial, pero que nadie les avisó sobre el recorte de fondos para el principal distrito opositor.
Santilli no es el único dirigente de Pro con origen peronista que mira más allá de la General Paz. Cristian Ritondo, jefe de bloque de diputados de Pro, también anhela pelear por la provincia. Pero el exministro de Seguridad bonaerense es un solado de los «dialoguistas»: ocupará el puesto que Vidal y Larreta le pidan. Esteban Bullrich, quien derrotó a Cristina Kirchner en las legislativas de 2017, figura también en la lista de interesados.
Distanciado de Pro, Emilio Monzó teje un esquema propio en la provincia junto al scrum de «dialoguistas»: Rogelio Frigerio, Sebastián García de Luca y Nicolás Massot. Monzó, quien reconstruye su vínculo con Vidal y se mantiene cerca de Larreta, apuesta a ser candidato en 2021. Y trabajar para armar una construcción amplia de centro. Por eso, trabaja en tándem con Gustavo Posse, intendente de San Isidro, y Lousteau, quienes aspiran a desbancar al sector del radicalismo más cercano al macrismo de la conducción de la UCR bonaerense. En Pro miran con mucha atención el desenlace de esa interna.
(Fuente: Nación Por: Matías Moreno)