Los ecos de la medida anunciada por el Gobierno nacional para disminuir el déficit fiscal empiezan a cobra fuerza. En el caso del sector exportador, a poco de conocerse el anuncio del freno a la baja gradual de retenciones en aceite y harina de soja, la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) solicitaron una reunión con el presidente Mauricio Macri.
Entre los industriales existe preocupación por una medida que podría reflejarse en cierre de plantas industriales y una mayor primarización de la actividad agropecuaria.
Finalmente fueron recibidos por el vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, y el ministro de Agroindustria nacional, Luis Miguel Etchevehere. Entre los industriales existe preocupación por una medida que podría reflejarse en cierre de plantas industriales y una mayor primarización de la actividad agropecuaria.
Tras el encuentro con los integrantes del Gobierno nacional, los representantes de los exportadores no se pronunciaron al respecto, y adelantaron que en el transcurso de los próximos días definirán nuevas reuniones.
En un documento elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, calcularon que un incremento relativo de las retenciones a aceite y harina de soja provocará un aumento de costos a la industria aceitera, presionando a la baja los precios que podrá abonar por la compra de materia prima para procesar y, por lo tanto, el precio doméstico de la soja.
En este rubro, y de acuerdo a INDEC, Argentina comercializa harina de soja a unos 65 destinos, entre los que se destaca Unión Europea, que concentra un 35% de las ventas, seguido por Vietnam (13%). Por el lado de aceite de soja, nuestro país exporta a 51 países, con India como principal cliente, con un 46% del total, seguido por Bangladesh (13%).
En poroto de soja, el panorama es diferente. Se exporta grano sin procesar a 11 países, de los cuales China concentra el 90% de las compras, mientras que Egipto ocupa el segundo puesto con el 7%.
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