La muerte del joven tandilense en Buenos Aires: sin avances en la investigación

Miguel Cárdenas, de 33 años y estudiante de Derecho, fue hallado sin vida el 25 de octubre en las aguas del Riachuelo. La Justicia no determinó quién y cómo se produjo el golpe que el joven presentaba, por qué ninguna autoridad dio aviso a sus padres, o dónde pasó la noche del 18 de octubre luego de que una ambulancia lo trasladara.

La muerte de Miguel Cárdenas, el tandilense de 33 años y estudiante de Derecho que el 25 de octubre fue hallado sin vida en las aguas del Riachuelo, en el barrio porteño de La Boca, sigue siendo un misterio. Para la familia, la causa “no cierra”, ya que todavía la Justicia no determinó quién y cómo se produjo el golpe que el joven presentaba, por qué ninguna autoridad dio aviso a sus padres, o dónde pasó la noche del 18 de octubre luego de que una ambulancia llamada por la Policía lo trasladó al encontrarlo en Puerto Madero, consigna El Eco de Tandil.

“Aún no hay grandes avances en la investigación. Se han hecho algunos rastreos de cámaras sin resultado. Faltan varios más. Aún no han declarado médicos ni policías, que ahí está el meollo de la cuestión. No cierra a nadie”, dijo María del Carmen Salmerón de Cárdenas, madre del joven, citada por El Eco.

La muerte de Cárdenas se confirmó el 31 de octubre, luego de casi veinte días de búsquedaEl domingo 13 había viajado desde la Terminal de Tandil hacia Retiro, y por el rastreo de los movimientos de su tarjeta SUBE, se estableció que luego estuvo en Lomes de Zamora. Había viajado para rendir las últimas dos materias de la carrera de Derecho. Incluso los trámites de inscripción a los exámenes fueron confirmados por el registro de su computadora. Pero desde ese día, sus allegados no volvieron a saber de su paradero.

Las principales incógnitas para la familia surgen de lo que pasó en las últimas horas antes del hallazgo del cuerpo. De acuerdo con los detalles que brindó la madre, Cárdenas estuvo internado en el Hospital Argerich el 18 de octubre con un “grave traumatismo de cráneo”, pero no fue tratado. Ese día en el hospital “estaba medicado con Olanzapina -antipsicótico-. Mi hijo nunca tuvo un cuadro así, él tenía una hemorragia cerebral y coágulos en el cerebro. Lo dice la historia clínica. ¿Entonces qué esperaban para tratarle eso? Le habían recetado para después Alopidol inyectable y no le trataban la problemática cerebral, la fractura y la hemorragia”. Además, esa habría sido la jornada en la que el joven se retiró del nosocomio. “¿Se va a escapar así? ¿Evadiendo la custodia policial?”, planteó.

Siempre según el relato a El Eco, “encima tomo conocimiento el 26 de octubre que Miguel, el 18 entre las 22.30 y las 23, lo encuentra la Policía en el Puente de la Mujer. Que llaman una ambulancia, que lo trasladan no se sabe dónde y desde ahí surge que es avistado por un patrullero el día 22 por la mañana y que estaba nadando en el río. ¡Y que luego ven cómo se hunde y desaparece! A mí me resulta inverosímil todo esto. Yo quisiera saber dónde trasladaron a Miguel esa noche”, exige la madre.

“Aún no hay certezas de quién golpeó a mi hijo”, explica la mujer. “No hay certezas de por qué no lo asistieron correctamente para salvarle la vida. No hay explicación de por qué no nos llamaron a nosotros los padres pudiendo hacer algo. Surge de la historia clínica que tenían nuestros datos”. (DIB) GML