La Municipalidad debe actuar en forma institucional y no como una comisión organizadora

Helados en mal estado

Se desconoce si en la recepción de la mercadería, sea por donación o por operación comercial se cumplió con todos los requisitos que establecen las normas que rigen el accionar de los municipios

Durante muchos años el Carnaval Infantil estuvo a cargo, con el apoyo de la Comuna, de una comisión de vecinos que en forma denodada trabajó para la realización de esta fiesta dedicada a los niños con un alto prestigio a nivel provincial.
Con la llegada del actual gobierno local, el concepto cambió y la organización paso a ser directamente responsabilidad de la Municipalidad.
La decisión fue política, y su evaluación puede ser positiva o negativa de acuerdo a la posición que se tenga en relación a lo que se interpreta como participación vecinal.

En el marco de la medida y orientación tomada se ha trabajado con dedicación en las ediciones realizadas, lográndose un adecuado resultado con un fuerte contenido artístico, que fue acompañado por la comunidad.
Pero lo definido también trazó un rumbo de compromiso institucional que quizás los mismos impulsores no lograron interpretar.
La Dirección Municipal de Cultura, con dos responsables, tiene una indiscutida actividad diaria, tanto en el centro de la ciudad como en los barrios y despliega permanentes acciones y proyectos, muchas de los cuales se plasman en el Teatro Municipal Brazzola, como así también en la Casa de Casco y el Museo Pampeano.
Pero parte de su modalidad de trabajo ha quedado ligada a mecanismos que son más cercanos a la actividad comunitaria que a la oficial, tal el caso de espectáculos a la gorra, recepción de donaciones de hecho e inclusive canjes por contraprestaciones.
Todos estos métodos son válidos en la medida que cumplan con lo normado por la legislación que organiza y controla a los gobiernos municipales.

Los 2.400 potes de helado en mal estado son un ejemplo
Un ejemplo de lo apuntado es lo acontecido en el caso de los 2.400 potes de helados, donados por la heladería Fresh para el Carnaval Infantil, que no se utilizaron y se pusieron en mal estado por una conservación equivocada, por parte de la Comuna, rompiéndose la cadena de frío.
Al respecto el titular del comercio, ante un falta de comunicación clara con las autoridades sobre el particular, decidió dar a conocer la situación a la población, acción que no fue muy bien recibida por el Municipio, desde donde se tildó a la difusión como una “…falsa acusación del comerciante local”.
Fundamenta la Municipalidad su posición en que la entrega de los helados no fue una donación ni colaboración desinteresada por parte del comerciante, sino una contraprestación por publicidad en el Corsódromo; lo que a entender de los funcionarios le daba a la Comuna la propiedad de la mercadería por una operación comercial.
La realidad indica que si esto fuera así, el Municipio prestaría servicios de agencia publicitaria, compitiendo con los privados que realizan dicha tarea, inclusive con los medios de comunicación, y debería, en caso que esa actividad estuviera entre sus funciones, cumplir con todos los requisitos contables establecidos por las normas, con la participación de la Oficina de Compras, la Contaduría y la Tesorería Municipal, algo que no se ha difundido así fuera.
Creemos que nada de esto ocurrió y que, sin duda con buena voluntad, se actuó como una comisión organizadora y no como un área municipal, como hubiera correspondido.
Si fue simplemente una donación como informó el dueño de la heladería, algo que nos parece más cercano a lo que ocurrió, con el nombre del comercio pintado en la cartelería como auspiciante, también la misma debería haber sido motivo de trámites municipales y de cumplimiento de destino y quizás hubiera requerido la participación del Concejo Deliberante.
Vale destacar, sin involucrar nominalmente, que de acuerdo a información oficial es de reconocimiento el ofrecimiento del dueño de la cámara de congelamiento de correr con los gastos de la pérdida, ya que no tuvo responsabilidad alguna, más que trabajar diariamente utilizando dicha cámara para su actividad oficial.
No es nuestra intención buscar culpabilidades, más aún cuando estamos convencidos que se actuó con buena intención, pero sin duda con un ingreso oficial de los helados como patrimonio del Municipio, algo que entendemos no pasó, se deberían deslindar responsabilidades, con la posibilidad de cargo para algún interviniente desde el ámbito oficial.
Lo concreto es que en el ejercicio de la función pública se debe entender que las leyes, decretos, ordenanzas y cualquier otra norma que rijan el accionar municipal deben ser cumplidas, ya que por algo fueron aprobadas.

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