Más de la mitad de UTI disponibles en todo el país corresponden a pacientes con COVID-19
El reporte epidemiológico difundido ayer por el Ministerio de Salud de la Nación arrojó cifras preocupantes: 733 muertes y 22.195 nuevos contagios. Con esos datos, otro número volvió a encender las alarmas: la ocupación de camas de terapia intensiva a nivel nacional que, en 24 horas, alcanzó el 78,1%, contabilizando todas las patologías, tanto dentro del sector público como del ámbito privado.
Aunque el porcentaje de ocupación no es el más alto de la segunda ola (el pico se registró el domingo 6 de junio con 78,70%), de acuerdo a un análisis realizado por la Unidad de datos de Infobae –en base a la información provista por la cartera sanitaria- la ocupación de las camas UTI aumentó un 6% en los últimos siete días.
Esto significa que, de las 12.851 camas UTI que hay en todo el país, 7.827 están ocupadas por pacientes con COVID-19. En otras palabras: del 100% de camas UTI disponibles en el sistema de salud de la Argentina, el 61% están ocupadas por personas con coronavirus.
Para poder dimensionar mejor este número, hay que tener en cuenta que el máximo valor de ocupación de las UTI a nivel nacional durante la primera ola de coronavirus había sido de 64,80%, registrado el 29 de octubre pasado.
Según un estudio de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), entre pacientes graves que ingresan a terapia hay un común denominador: la mayoría son menores de 60 años y más del 86% no recibió ninguna dosis de vacuna.
“Los pacientes esperan hasta último momento para poder asistir a alguno de los centros de atención. Los que no tienen cobertura social, van primero al hospital público, pero al tener tanta demora por la saturación del sistema, vienen con lo que pueden a un sistema privado para ser diagnosticados. Como llegan en malas condiciones y también estamos con una ocupación de camas UTI del 94%, tratamos de conseguirle una cama crítica en el hospital, pero eso tarda mucho”, explicó a Infobae el integrante de la Cámara de Prestadores de Salud del Conurbano, Pablo Figueroa, gerente médico de la red de clínicas Grupo Figueroa Paredes.
El resto del país también en rojo
El aumento sostenido de pacientes graves en las terapias intensivas también coincide con un alto nivel de cansancio y saturación entre el personal de la salud que, desde hace 15 meses, viene poniéndole el cuerpo a la pandemia del COVID-19.
La situación se repite en cada región sanitaria del país. Además de las cinco provincias que superan el 90% de ocupación (Río Negro y Santa Fe al 97%; Neuquén y Corrientes 91% y San Juan al 90%) hay otras ocho con una demanda mayor o igual al 80%: Formosa, Entre Ríos y Tucumán al 87%; Salta con el 86%, La Pampa 83%, Chaco 83%, Mendoza 81% y Córdoba 80%.
Otras seis provincias tienen la capacidad de camas de terapias en un porcentaje de entre el 70% y el 79%. Son Chubut con el 79%, Catamarca 78%, CABA y San Luis 76%, La Rioja 73% y Buenos Aires 72%.
Mientras la provincia de Buenos aumentó en un punto porcentual la ocupación de camas críticas desde el 21 de mayo hasta ayer, la Ciudad de Buenos Aires bajó un 5%, del 81 al 76%. “La ocupación de camas bajó porque es el comportamiento lógico luego de 15 días de baja de casos”, explican desde el entorno de Fernán Quiros, el ministro de Salud porteño.
(Fuente: Infobae)
Misiones con el 69%, Tierra del Fuego con una demanda del 61% y Santa Cruz con el 52% son las tres provincias con la ocupación de camas de terapia intensiva más baja del país.