El secretario de Estado de EE.UU. advirtió que si Vladimir Putin lleva la guerra a otros países «estamos preparados» para defender el territorio y entrar en combate.
El secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken, está en Bruselas y forma parte de la reunión extraordinaria de ministros de Exteriores de países miembros de la OTAN, un encuentro destinado a coordinarse en la respuesta de la Alianza a la invasión rusa iniciado el pasado 24 de febrero. Blinken hizo una severa advertencia al subrayar que la OTAN es una alianza defensiva pero que si la guerra en Ucrania “viene a nosotros”, la Alianza está “preparada” para defenderse.
Mientras tanto, la OTAN reforzó en los últimos días su presencia en el este de Europa, en especial en los países Bálticos, ante el avance de las tropas rusas. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, insistió en que no cree que Putin vaya a contentarse con el control de Ucrania y que podría tratar de expandir su influencia a Moldavia y Georgia, que hasta ahora no son miembros de la organización pero lo solicitaron formalmente. Las amenazas rusas a Noruega y Finlandia sobre que su futuro ingreso en la OTAN tendrá “consecuencias políticas y militares”, tampoco ayudan a calmar los temores europeos.
Blinken manifestó que “la nuestra es una alianza defensiva, no buscamos conflicto, pero si el conflicto viene a nosotros, estamos preparados para ello y defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN”. Sus dichos fueron respaldados por el jefe de la Organización, el noruego Jens Stoltenberg, quien aseveró que la OTAN “no es parte del conflicto, es una alianza defensiva, no buscamos guerra, conflicto con Rusia (…) pero tenemos que asegurarnos de que no hay malentendidos; hemos reforzado la presencia en el este, es una presencia defensiva”.
En la misma línea, el canciller alemán Olaf Scholz, afirmó que siempre hay que estar preparado para un escape radiactivo al referirse al ataque ruso contra la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, al tiempo que reiteró que si bien la OTAN no será parte de la guerra en Ucrania, reforzó las fronteras ante posibles ataques de países miembros.
En ese sentido Scholz sostuvo que OTAN y sus estados miembros no participarán en la guerra en Ucrania, pero que al mismo tiempo harán todo lo que este en sus manos para contribuir a un desarrollo de la situación en Ucrania que se traduzca en un alto el fuego y una retirara de las tropas rusas. Agregó que la tarea es precisamente evitar que el conflicto se extienda más allá de Ucrania “Lo que hacemos es asegurarnos de garantizar conjuntamente que nadie ataca el territorio de la OTAN”, señaló, y añadió que por eso se han reforzado los esfuerzos en las fronteras con los estados bálticos, Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Bulgaria.
Aseguró que se trata de medidas “exclusivamente defensivas” que permanecerán en territorio de la Alianza Atlántica. Insistió en la importancia de trabajar con todas las opciones políticas para posibilitar todavía un desarrollo pacífico, a pesar de que la guerra hace días ya se muestra en Ucrania “con todas sus terribles consecuencias”.
“Utilizamos todo el margen disponible para lograr un fin de los combates” y “una salida común a esta crisis”, dijo, al tiempo que llamó a una “consecuente implementación de las sanciones”, como las dos vías de actuación posibles.
En tanto, en una comparecencia ante la prensa en el marco de una visita programada al mando de operaciones de la Bundeswehr en Schielowsee con anterioridad a la invasión rusa de Ucrania, Scholz indicó que el peligro de un escape radiactivo actualmente no se ha producido, y sólo se registró un incendio en un edificio administrativo. “Pero naturalmente siempre estamos preparados para una situación en la que sí se produzca un escape de elementos radiactivos. Eso ahora no ha pasado pero muestra cuán peligrosa es la situación”, dijo. Agregó que nada más conocerse el ataque contra la central nuclear, la mayor de Europa, se informó de la situación en torno a la planta y habló con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Reunión en Bruselas
Cabe destacar que los ministros de Exteriores de la OTAN, que se reúnen de forma extraordinaria este viernes en Bruselas para abordar la invasión rusa en Ucrania, mostraron a su llegada al encuentro su rechazo a implementar una zona de exclusión aérea sobre el territorio ucraniano, como le ha solicitado Kiev. “Una zona de exclusión aérea significa que la OTAN estaría en un conflicto, dado que serían las fuerzas de la OTAN las que aplicarían esa zona de exclusión aérea”, indicó el ministro checo de Exteriores, Jan Lipavsky, ante la prensa a su llegada. Según dijo, “la OTAN no debería ser arrastrada a este conflicto”.
“La OTAN es una organización defensiva y tenemos que defender a nuestros miembros, esa es nuestra tarea”, declaró. En cualquier caso, recordó que la República Checa y otros estados “están suministrando armas a Ucrania, de manera que Ucrania pueda aplicar su zona de exclusión aérea. Esto es una solución apropiada”, argumentó.
El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, afirmó que discutirían la posibilidad de la zona de exclusión aérea durante la reunión y que expondría la posición de España a sus homólogos. “Estamos aquí para abordar la actual situación que es muy grave, muy grave. Estoy impactado, a nivel personal, por la operación militar rusa en territorio de Ucrania y la manera en que han atacado una planta nuclear. Es una situación muy grave y tenemos que afrontarla”, insistió el titular checo a raíz de los combates en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa.
A nivel de Estado miembro de la Unión Europea, Lipavsky afirmó que van a seguir discutiendo sanciones contra Moscú y asegurándose de que “toda la comunidad internacional entiende que esto es una grave violación de cualquier ley internacional imaginable, e incluso de la regulación nuclear”.
El ministro croata, Gordon Grlic Radman, rindió homenaje a los ucranianos por su sacrificio y sufrimiento en esta guerra, instó a Rusia a retirar sus tropas y coincidió con sus homólogos en que la OTAN es una “alianza defensiva” y que “queremos evitar el enfrentamiento”. El ministro finlandés de Exteriores, Pekka Haavisto, que participa como invitado en la reunión aunque su país no sea miembro de la OTAN, reconoció que la opinión pública de Finlandia está “moviéndose” y “volviéndose más favorable” a entrar en la Alianza, pero recalcó que no es el momento de tratar ese asunto, sino de centrarse en “la solidaridad con Ucrania”. En cualquier caso, recalcó que Finlandia “es responsable de su propia política de seguridad”, tras las amenazas de Moscú a Helsinki si decide entrar en la OTAN. (DIB)