Nota de opinión
La actual crisis sanitaria obliga a tomar decisiones de relevancia para prepararse para el día después, centralmente pensar en la resignificación del Estado Local tal cual lo conocemos actualmente.
Estamos en presencia de una súper estructura administrativa, con abundante gasto en materia de funcionariado político que no se corresponde con la calidad de los servicios prestados.
Se impone lograr una gestión municipal moderna, profesional, participativa y digital que propicie la promoción del desarrollo local, inclusión social, mejora de la calidad de servicio y atención al ciudadano, a través de nuevas herramientas y tecnologías profundizando el liderazgo institucional, capaz de trascender la coyuntura y la inercia burocrática.
En todos estos procesos es central y relevante el rol del trabajador municipal, sin duda el gran motor de esa inmensa maquinaria que constituye el Gobierno Local, y es por ello que es relevante un salto de calidad sobre la base de su jerarquización continua.
Tengo arraigado desde siempre algunos principios para fortalecer la relación laboral y por ende la carrera administrativa municipal, compartiendo algunos ejes –no todos- pero si los más destacados, a saber:
– Ingreso con respeto irrestricto a la normativa vigente para generar condiciones equitativas de ingreso en materia de empleo público. Es necesario profundizar y priorizar un perfil de personas que gestionen cambios y los instrumenten para lograr un Estado eficiente. (Ley 14656; Decreto 1197/2013).
– Política Integral en materia de Concursos, propiciando un régimen que involucre proyectar la cobertura de cargos jerárquicos contemplando la promoción, ascenso y el ingreso a la administración (Decreto 1212/2014). Es el mecanismo idóneo y transparente por excelencia para acceder a un cargo público sin otra condición que la idoneidad. Lamentablemente en la actual gestión no se han concretado estas instancias de promoción, postura contraria a la profesionalización y carrera administrativa municipal.
El Gobierno Municipal ha optado por designar funcionarios interinos, seguramente abonando la correspondiente asignación, y lo que debería ser una excepción se transformó en regla: se cubren actualmente 73 cargos jerárquicos (Decreto 01/2020).
– Programa de Capacitación y Fortalecimiento Institucional, espacio que debe ser conducido por las representaciones gremiales acreditadas en el Municipio, y que, al margen de la integración de la Junta de Calificaciones, Ascenso y Disciplina, tenga como misiones y funciones articular las instancias de formación y capacitación de los trabajadores en todos los servicios.
– Promoción en planta, desterrar la precarización, es relevante consagrar y reconocer el estatus legal del trabajador a través de designaciones anuales tanto en planta permanente como temporaria. No sólo debe acreditarse la antigüedad en el desempeño del cargo, sino un informe de la calificación del desempeño y posterior evaluación del trabajador.
– Premio por productividad, es menester poner arriba de la mesa de discusión un régimen de bonificación ligado a la recaudación y eficiencia en la prestación de los servicios, que involucre a todo el escalafón de personal y a percibir en el primer trimestre de cada año.
No obstante en esta coyuntura se torna imprescindible acudir en auxilio de los trabajadores municipales otorgando un aumento salarial de emergencia, toda vez que aproximadamente el 80% de la planta de personal con sus haberes líquidos no alcanza a cubrir la canasta básica total alimentaria ($ 45.593).
– Reducción de la Planta Política, promoción de trabajadores, consustanciado con la carrera administrativa municipal y en la convicción de la cobertura de cargos de relevancia, ligados a las distintas áreas del Municipio favoreciendo la promoción de “cuadros de gestión”. Hay sobrados muy buenos antecedentes en la materia, ello permitiría reducir en hasta un 50% la actual integración política de la Municipalidad sin afectar el funcionamiento de ningún servicio. Actualmente este concepto insume $ 3.087.720, integrando una masa salarial total que asciende a 57.169.440 mensuales correspondientes a 2052 agentes o trabajadores y funcionarios (sin contar las locaciones de servicios).
El Estado Municipal tiene como responsabilidad primaria ser un empleador ejemplar, sólo de esa manera se puede pedir la idéntica actitud a los privados en el marco de la aguda crisis socio-económica que atravesamos.
No me siento partidario de hacer política a través de espejo retrovisor, recurriendo permanentemente al pasado, pero lo cierto es que muchos dirigentes críticos de hoy al gobierno municipal le dieron legitimidad de origen, y también convalidaron su reelección, con la pertinente corresponsabilidad del caso.
La pandemia es una oportunidad para salir mejores en serio, fortalecer la capacidad de gestión en la prestación de servicios, y emprender con los debidos consensos las transformaciones necesarias para lograr un desarrollo armónico y equitativo en un Chascomús en pleno crecimiento.
Gustavo J. López
DNI 17567488