Desde el Area de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, se difundió que el paisaje de las lagunas bonaerenses es la opción ideal para explorar la naturaleza en cualquier época del año. Durante el verano la posibilidad de zambullirse en sus aguas o practicar algún deporte acuático se convierte en un atractivo especial para los días calurosos.
Los espejos de agua de Villarino, Chascomús y Lobos resultan una propuesta irresistible para quienes se deleitan con la tranquilidad, los asados al aire libre, la pesca y el ambiente familiar.
Chascomús entre lo urbano y lo natural
En relación a nuestra laguna se resaltó que en la costanera de Chascomús los bares con luces de colores cerca de la laguna conforman un pintoresco cuadro. En estos establecimientos la experiencia de la comida se aprecia con todos los sentidos por las increíbles vistas del entorno lacustre.
El espejo de agua cuenta con una extensión de 3.044 hectáreas, dos metros de profundidad promedio, se ubica en la Cuenca del Río Salado y es la más grande del sistema Las encadenadas.
Es una de las más elegidas para competencias de natación, regatas y triatlones, por sus vientos y fácil acceso. También es un lugar privilegiado para realizar kitesurf, windsurf, kayak, nadar y pescar. Además, quienes quieran navegar pueden alquilar botes a remo.
Los treinta kilómetros del camino de circunvalación en el perímetro de la laguna proponen un recorrido singular entre puentes y miradores. Muchos eligen hacer el trayecto en bicicleta y otros realizan safaris fotográficos para captar aves y animales en su ambiente natural.
La ciudad tiene una gran oferta de alojamientos desde cabañas, hoteles, hoteles boutique y campings para tu estadía en Chascomús.
Las lagunas de la provincia de Buenos Aires atraen a los turistas durante todo el año pero en cada estación el paisaje sorprende con nuevos colores y experiencias.