La UCR ratificó anoche su pertenencia a Cambiemos

Convención Nacional
Se desarrolló en Parque Norte y arrancó con vivas a Raúl Alfonsín e insultos a Mauricio Macri – Se exigió ampliar la alianza a otras fuerzas políticas.

La Convención Nacional del radicalismo aprobó anoche por amplia mayoría el documento acordado entre los sectores internos hoy mayoritarios en convencionales, que ratifica la pertenencia de la UCR a Cambiemos -con el
PRO y la Coalición Cívica (CC)- y dispone la constitución de una comisión de Acción Política, que tendrá un amplio poder de negociación con los socios partidarios. El radicalismo nacional se reunió ayer en Parque Norte, desde a las 14, para definir su continuidad en Cambiemos, y mientras un grupo de dirigentes buscó imponerle condiciones al Pro para seguir formando parte de la alianza, otros directamente proponían que el partido acompañe a otro frente electoral.
La jornada comenzó con algunos cruces entre militantes y dirigentes. En la previa, el diputado nacional Mario Negri protagonizó un momento de tensión, en el que hasta amagó con enfrentarse a un grupo de manifestantes que lo insultaban por promover la continuidad dentro de la alianza Cambiemos. De hecho, “Negri traidor” y “Negri renunciá”, gritaban unas 15 personas apostadas en el ingreso del predio.
Al grito de «¡Alfonsín, Alfonsín!», y después de cantarse el Himno Nacional y la Marcha Radical, la Convención arrancó con un quórum de 314 delegados sobre 325 habilitados, indicó el presidente del cuerpo, el veterano dirigente cordobés Jorge Sappia, quien también instó a «que podamos demostrar al país que los radicales somos capaces de tener una deliberación ordenada más allá de que podamos tener opiniones discrepantes». No pasó mucho tiempo para que el clima se recalentara por gritos y cánticos de militantes, incluido «Mauricio Macri la puta que te parió», del sector minoritario que quiere romper con Cambiemos.
En el amplio salón Ombú de Parque Norte, los convencionales se sentaron al centro, de frente al estrado de autoridades con Sappia en el medio y el vicepresidente de la Convención, el sanzista Agustín Campero, a su lado. A ambos lados, espacio para invitados especiales y prensa y atrás, también sillas para centenares de militantes.
En el inicio se proyectó un emotivo video de dos minutos recordando a los dirigentes de la UCR fallecidos en los dos últimos años. Entre aplausos pasaron por el homenaje las imágenes, entre otros, del ex vicepresidente de la Nación, Víctor Martínez, Eduardo Angeloz, José Gabriel Dumón, Dante Caputo, la periodista Débora Pérez Volpin, y el diputado Héctor Olivares.
Se trató de una jornada definitoria, ya que además de la catarsis sobre su vínculo desmejorado con el macrismo, se buscó armar una comisión negociadora para ampliar el espacio con invitaciones a Sergio Massa y a Roberto Lavagna, entre otros, aunque ya saben que es muy probable que se trate de un gesto simbólico y protocolar, ya que Lavagna ya rechazó realizar una alianza electoral con Cambiemos.
Con la presencia de sus figuras como Martín Lousteau y Alfonso Prat Gay en la primera fila, el radicalismo estuvo en el centro del interés público, por ser “un partido que no es testimonial, sino de poder y con vocación de gobierno”, cómo se escuchó decir entre los oradores.
La Convención se desarrolló bajo un intenso debate: los sectores alineados con el gobernador mendocino Alfredo Cornejo y el vice bonaerense Daniel Salvador acordaron un documento que se impuso al final de la jornada, pero buscaron sellar un acuerdo con el mayor consenso posible, que incluyeron intentos de negociaciones de último momento con el sector más distante de la Casa Rosada, que responde a Ricardo Alfonsín, Federico Storani y Juan Manuel Casella, que sumaba unos 70 convencionales.
La Convención, siguiendo el rumbo iniciado en Gualeguaychú en 2015, ratificó la continuidad de la alianza de Cambiemos, pero con fuertes críticas: los fundamentos que acompañan el documento final, hablan de una economía «atrapada», la necesidad de «un nuevo enfoque» y cuestiona que con el «antipopulismo» que vino a suplantar los años K, «no alcanza».»Vivimos en un país con inflación crónica. Si hubiésemos abandonado el cortoplacismo como lo hicieron muchos de nuestros vecinos más próximos en la región estos últimos 15 años, hoy habrían 5 millones menos de pobres en la Argentina, y la clase media tendría un poder adquisitivo sustancialmente mayor», sostienen esos fundamentos.
Luego critica a la Casa Rosada: «El gobierno se fue cerrando cada vez más y desaprovechó varias oportunidades de apertura interna. Esa es una de las razones por las cuales necesitamos una nueva configuración en la coalición de gobierno». En este sentido sostiene que Cambiemos ha sido una coalición electoral y que se precisa una «coalición de Gobierno», que será reclamo de la Convención.