En enero hubo tres víctimas contra ocho del mismo mes de 2017 – También bajaron los accidentes y las infracciones por exceso de velocidad.
Menos siniestros viales y menos víctimas que el año pasado fue el saldo de enero en las rutas 2 y 11, las más transitadas de la provincia de Buenos Aires. Así se desprende de la “radiografía” de tránsito realizada por el Observatorio Vial de CECAITRA, la cámara que nuclea a las empresas fabricantes de los cinemómetros instalados en las dos principales arterias a la costa.
En el primer mes de este año se hubo tres muertos en accidentes en las rutas 2 y 11. En un choque producido el 2 de enero en la ruta 2, y en dos siniestros en ruta 11 los días 4 y 22 de enero, fallecieron estas tres personas.
En el mismo mes del 2017, hubo ocho muertos sólo en la ruta 11, incluyendo un choque frontal que dejó como saldo cinco personas fallecidas en el km. 299, a la altura de General Lavalle. Durante enero del año pasado, no hubo víctimas fatales en la ruta 2, pero se produjeron más de 20 siniestros. Solamente en tres de los choques que se registraron, que fueron los más graves, hubo 28 heridos.
Ante este panorama, desde CECAITRA expresaron que “si bien, una sola víctima ya motiva que hay que seguir trabajando, que los números demuestren un cambio en los conductores, es alentador”.
Para involucrarse en la tarea de la educación de los peatones y conductores, la Cámara lleva adelante la campaña “Conciencia Vial” con acciones de educación y concientización.
Durante diciembre y enero se entregó material informativo en Lezama, Dolores y en el Parador Atalaya de la ruta 2. En los municipios de Castelli, Pergamino, Salto y Necochea además de la folletería y las charlas educativas, se instaló un simulador de manejo para que los conductores probaran sus conocimientos de tránsito.
Además de la baja en los siniestros viales y en las víctimas, desde el Observatorio Vial se indicó que hubo una disminución en las infracciones de tránsito de los más de 40 cinemómetros (radares fijos) instalados en Lezama, Dolores, Chascomús, Tordillo, General Lavalle, Mar Chiquita y Castelli que controlan las velocidades máximas; lo que demuestra que se conduce con mayor precaución y de manera más responsable.
Este control viene de la mano de la sanción y los datos reflejan también que los conductores tienen en cuenta su bolsillo a la hora de transitar. Las multas con valores promedios de unos 4 mil pesos, se han transformado en una de las causas para que se levante el pie del acelerador.
Pero más allá del valor económico que tiene la multa, hay que tener en cuenta cómo funciona el sistema de control, ya que cada radar tiene detrás un trabajo previo a su instalación tiene como objetivo principal el de la prevención. Cada uno de los aparatos es colocado luego del análisis minucioso de las zonas más conflictivas, denominadas como “puntos negros”, buscando que allí los conductores reduzcan la velocidad. La señalización de cada radar da cuenta de que el fin no es recaudatorio sino preventivo. Por eso, es imprescindible que al planificar el viaje se busque en dónde hay radares instalados, ya que en ese lugar ocurrieron siniestros con heridos o muertos.
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