El empresario santacruceño Lázaro Báez fue condenado a 12 años de prisión, en el marco de la causa que fue bautizada mediáticamente como “la ruta del dinero K”, por haber lavado US$ 55 millones.
El juicio comenzó en octubre de 2018 con 25 imputados y terminará con 27. En un primer momento se preveía que iba a durar ocho meses, pero distintos inconvenientes más la pandemia de coronavirus derivaron en su retraso.
La Justicia acreditó que la maniobra de lavado consistió en el recorrido de de dinero por cuentas de empresas offshore en paraísos fiscales que luego se cambió en bonos del Tesoro argentinos y reingresó a las cuentas de Austral Construcciones, de la propiedad de Báez.
Esta condena podría impactar en el proceso que afronta la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien está acusada de favorecer al empresario con contratos de obra pública. La importancia en ese sentido se conocerá con los fundamentos del fallo que todavía no se hicieron públicos.
Además de Báez, fueron condenados sus hijos Martín (9 años de prisión, como coautor), Leandro (5 años), Luciana (3 años, con cumplimiento en suspenso) y Melina Báez (3 años, con cumplimiento en suspenso), quienes aparecen como beneficiarios finales en cuentas por las cuales circuló el dinero. También fue penado Leonardo Fariña (5 años), Daniel Pérez Gadín (8 años) y Federico Elaskar (4 años).
Báez está detenido desde 2016 con prisión preventiva y el año pasado pasó a tener arresto domiciliario. El fallo fue dictado por el Tribunal Oral Federal N° 4 con el voto de los jueces Néstor Costabel y sus colegas Gabriela López Iñiguez y Adriana Paliotti. (DIB) MT