El neurocirujano arribó a bordo de su moto e intentó evitar a los medios. En las últimas horas, Matías Morla publicó un comunicado criticando la atención que recibió el Diez en su casa
Un enjambre de micrófonos lo rodeó apenas apareció por las puertas de la Casa Rosada. Su palabra es, quizás, una de las más buscadas por estas horas. Leopoldo Luque, el médico que atendió a Diego Armando Maradona durante sus últimos años, decidió ir a despedir a quien fuera su paciente en medio del velorio público y multitudinario en la casa de gobierno.
El neurocirujano, que lo había operado de un hematoma subdural en el cráneo días atrás, evitó dar mayores respuestas ante las consultas de la prensa. Si bien pidió no hablar, alcanzó a decir algunas palabras: “Estamos acompañando permanentemente a la familia, estamos todos muy dolidos por esta pérdida. Es una pérdida a nivel mundial de una persona invaluable. Nada mas para decir”.
“Siento un profundo pesar”, aseguró ante los periodistas, en una frase que cortó los largos lapsos de silencio que tuvo. Luque llegó en su moto y esperaba poder ingresar a la Casa Rosada, pero debió correrse de las puertas y tuvo que buscar un lugar donde estacionar el vehículo fuera de la casa presidencial.
Su nombre quedó en el centro de la escena durante las últimas horas luego del duro comunicado que emitió Matías Morla, el abogado que estuvo a cargo de los temas legales del Diez durante su último período. Allí, aseguró: “Es inexplicable que durante doce horas mi amigo no haya tenido atención ni control por parte del personal de salud abocado a esos fines”. Además, catalogó como “criminal idiotez” que la ambulancia demoró “más de media hora en llegar”.
Ante estas críticas, Luque optó por guardar silencio ante los medios. “Hablo directamente con la familia, estamos en contacto con ellos”, aclaró. “Perdón, sepan disculpar pero no voy a dar más declaraciones”, anunció ante la insistencia de los periodistas presentes en el lugar.
Más allá del velatorio popular que se está llevando a cabo en la Casa Rosada, durante la madrugada hubo una ceremonia íntima que encabezó la ex esposa de Maradona Claudia Villafañe. Allí estuvieron sus hijas Dalma, Gianinna y Jana, además de su hijo más pequeño Dieguito Fernando acompañado por su madre. Entre otras personas, estuvieron ex compañeros, amigos del fútbol y algunos de sus dirigidos en la selección argentina.
Luque se había transformado en el médico de cabecera del Diez durante los últimos tiempos. En las semanas recientes tomó un protagonismo inesperado por ser quien decidió internarlo tras la preocupante imagen que se vio de Diego en la cancha de Gimnasia el día de su cumpleaños 60. Luego de eso, le halló un hematoma subdural y lo operó de urgencia. (Fuente: Infobae)