Las tareas de jardinería son otra oportunidad para disminuir el envío de residuos a disposición final, ya que el pasto, las hojas secas y los restos de poda son excelentes materiales para incorporarlos al compost.
Se recomienda realizar esta práctica considerada amigable con el ambiente. Los materiales pueden depositarse en una compostera y allí, luego de algunos meses, se convertirán en humus fértil que podrá usarse como abono para jardín o huerta. Para acelerar el proceso se pueden incorporar lombrices californianas, aunque esto requiere de otros cuidados y exigencias.
A su vez, los restos de frutas y verduras, café, saquitos de té, yerba y otros materiales orgánicos pueden ser reciclados y devueltos a la tierra en forma de humus para las plantas y cultivos, por lo que esta simple acción permite reducir la cantidad de bolsas domiciliarias, ahorrando energía para recolectar, tratar y disponer los residuos.
Es importante recordar que el sitio dónde se realice el compostaje debe estar bien tapado para evitar el ingreso de animales indeseados.