Referentes de la Conferencia Episcopal Argentina, iglesias evangélicas y organizaciones autodenominadas ‘pro-vida’ mantuvieron reuniones esta semana, luego de que el presidente Alberto Fernández anunciara el envío del proyecto de legalización del aborto.
Los sectores contrarios a la legalización del aborto –entre ellos la Iglesia católica, la evangélica y organizaciones de la sociedad civil- comenzarán a desplegar en los próximos días diversas acciones para expresar su rechazo al proyecto enviado esta semana por el gobierno nacional al Congreso.
La primera de estas iniciativas se concretará el próximo sábado a partir de las 15, con una marcha al Congreso nacional -donde en los próximos días la Cámara de Diputados iniciará el tratamiento- y que se replicará en los lugares públicos más representativos de distintas provincias.
Referentes de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), las iglesias evangélicas y organizaciones autodenominadas ‘pro-vida’ mantuvieron reuniones esta semana, luego de que el martes el presidente Alberto Fernández anunciara el envío del proyecto de legalización del aborto.
La intención de estos sectores es unir esfuerzos y coordinar acciones para expresar su descontento con la iniciativa
La intención de estos sectores es unir esfuerzos y coordinar acciones para expresar su descontento con la iniciativa oficial, pese a que desde el gobierno se intentó equilibrar el rechazo de estos sectores con el envío paralelo del Plan de los 1000 días para la atención de la mujer embarazada y el niño en sus primeros años.
Los organizadores de la marcha del próximo sábado informaron que se realizará con «las medidas de prevención necesarias, con tapabocas y guardando distancia» entre los manifestantes, en el marco de la etapa de distanciamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus.
Desde la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia, que encabeza monseñor Pedro Laxague, alentaron «fervientemente» a participar de la manifestación «a favor del derecho humano a la vida de toda persona garantizado en la misma Constitución nacional», según un comunicado difundido ayer.
En diálogo con Télam, el obispo de Zárate-Campana explicó que –a diferencia del 2018 cuando se dio el anterior tratamiento a otro proyecto para legalizar el aborto que fue rechazado en el Senado- la Iglesia «decidió esta vez apoyar explícitamente» estas marchas convocadas por organizaciones de la sociedad civil.
«Será una marcha cívica del pueblo que reclama por la base de todos los derechos humanos, que es la vida. No se busca dividir ni agredir ni hacer escraches. No hay que ir contra una persona o un domicilio. No es contra el Gobierno tampoco. Sino se expresará una postura democráticamente frente al Parlamento», explicó Laxague rechazando, de esta manera, a quienes lo consideran una marcha «antiderechos».
En el comunicado difundido este viernes, la comisión episcopal sostuvo: «El aborto no salva vidas. Lo que sí salva la vida, las dos vidas, en especial de las mujeres adolescentes y más vulnerables embarazadas, es el cuidado, contención, acompañamiento, cercanía, medios económicos, educación, prevención, presencia del Estado y de otras asociaciones civiles y religiosas enmarcadas en un concepto amplio y humano de salud pública».
«El Presidente no está diciendo la verdad cuando dice que la legalización del aborto es una prioridad de salud pública»
ANA BELÉN MÁRMORA
Entre las organizaciones convocantes para el próximo sábado se encuentra la Unidad Provida, que nuclea a más de 150 organizaciones de la sociedad civil.
«El Presidente no está diciendo la verdad cuando dice que la legalización del aborto es una prioridad de salud pública. Hay más de 100 causas prioritarias por las que mueren las mujeres, y mucho más en pandemia, donde se están muriendo las embarazadas y sus hijos por falta de atención básica y un sistema de salud colapsado», indicó Ana Belén Mármora, vocera de Unidad Provida.
En ese marco, Mármora consideró que el Gobierno «cayó en la contradicción irracional de defender los derechos de algunos niños por nacer con el proyecto de 1000 días y en condenar a muerte a otros, los más vulnerables, con el proyecto de aborto legal».
Desde la Iglesia, también consideraron una «contradicción» el envío de esos dos proyectos en forma conjunta: «No entendemos porque simultáneamente se va a poner a andar el Plan de los 1000 días, lo que quiere decir que hay una vida que atender y a la vez un proyecto que quiere eliminarlas, por eso vemos algunas contradicciones», dijo el arzobispo de San Juan, monseñor Jorge Lozano.
Desde la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera), que nuclea a las comunidades evangélicas y que tienen un alto poder de convocatoria, también manifestaron su predisposición a sumarse a la marcha del próximo sábado y a futuras acciones conjuntas.
«La movilización forma parte de la mayoría celeste que está integrada por muchas expresiones a favor de las dos vidas. Si bien no convocamos, no podremos evitar a los cientos de miles de personas que saldrán a la calle», dijeron a Télam desde Aciera.
Por otro lado, previo a la movilización del sábado, el miércoles 25 los representantes de los distintos cultos celebrarán el Día de la Libertad Religiosa, con una conmemoración en la catedral metropolitana, a la que también asistirá el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, en representación del Gobierno nacional.
«Con motivo de la inspiradora Encíclica del Papa Francisco Fratelli Tutti, cuyo capítulo VIII está dedicado a «Las Religiones al servicio de la Fraternidad en el mundo», se fortalecerá el camino del diálogo ecuménico e interreligioso que se viene dando», dice la convocatoria.
Durante el encuentro, que se desarrollará entre las 10 y las 12 respetando el protocolo de distanciamiento, un representante de cada tradición expondrá «cuál es el principal aporte que las religiones podemos hacer para contribuir al bien común de nuestra querida Argentina», según los organizadores.
En ese marco, no se descarta que los referentes religiosos hagan referencia al proyecto del aborto, cuestionado desde esos sectores.