Fútbol internacional
Marcos Mauro es el nombre y apellido de un joven argentino, que es uno de los zagueros centrales del Cádiz, equipo del sur de España que acaba de ascender a la primera división ibérica, categoría en la que militará a partir de la próxima temporada. El club de camiseta amarilla tiene una rica historia, y a lo largo de los años se caracterizó por ser una institución por la que pasaron numerosos jugadores argentinos, aunque tal vez su máxima figura histórica haya sido el salvadoreño “Mágico” González.
La historia de Marcos Mauro es particular, porque su vida es especial. Tras haber nacido en Avellaneda y vivido en Claypole (donde jugaba en un club barrial: Santa Clara), este joven que muy niño debió irse del país junto a su familia en el marco de la crisis del 2001, y hoy el presente lo encuentra festejando un ascenso a la primera división del fútbol español
Marcos tenía apenas 11 años y pasó toda su adolescencia en la gran capital de España, armando nuevos lazos, detrás de la oferta laboral que le salió a su padre. Cuando tenía 16 años, se probó, quedó y debutó en la primera del Fuenlabrada, justamente el equipo con el que el Cádiz perdió en la última jornada del torneo de ascenso español, una parábola del destino que le hace ver a Mauro todo el camino recorrido hasta acá: Fuenlabrada, Villareal B, Huesca, Villareal de nuevo, La Roda, Villareal y, ahí sí, Cádiz.
Su carrera en el fútbol se inició en el 2009. Hoy, con veintinueve años de edad, sueña con marcar a Messi en el cruce que inevitablemente tendrá en el próximo torneo, ante el Barcelona.
Hincha de San Lorenzo de Almagro por herencia paterna, Marcos Mauro acaba de ser padre por primera vez, y destaca que el crío llegó “con un pan bajo el brazo”, en relación al ascenso con el Cádiz. En una entrevista concedida al sitio especializado en deportes “Doble Amarilla”; Marcos explicó que en Argentina tiene a toda su familia: “Tengo a mis abuelos, mis primos, mis tíos, toda mi familia está allá. Cada vez que puedo, en verano o cuando puedo, me voy para allá. Me quedó una semana en casa de cada abuelo. Todo el tiempo que puedo lo paso con ellos”.
La historia de Marcos Mauro es particular, porque su vida es especial. Tras haber nacido en Avellaneda y vivido en Claypole (donde jugaba en un club barrial: Santa Clara), este joven que muy niño debió irse del país junto a su familia en el marco de la crisis del 2001, y hoy el presente lo encuentra festejando un ascenso a la primera división del fútbol español
Marcos tenía apenas 11 años y pasó toda su adolescencia en la gran capital de España, armando nuevos lazos, detrás de la oferta laboral que le salió a su padre. Cuando tenía 16 años, se probó, quedó y debutó en la primera del Fuenlabrada, justamente el equipo con el que el Cádiz perdió en la última jornada del torneo de ascenso español, una parábola del destino que le hace ver a Mauro todo el camino recorrido hasta acá: Fuenlabrada, Villareal B, Huesca, Villareal de nuevo, La Roda, Villareal y, ahí sí, Cádiz.
Su carrera en el fútbol se inició en el 2009. Hoy, con veintinueve años de edad, sueña con marcar a Messi en el cruce que inevitablemente tendrá en el próximo torneo, ante el Barcelona.
Hincha de San Lorenzo de Almagro por herencia paterna, Marcos Mauro acaba de ser padre por primera vez, y destaca que el crío llegó “con un pan bajo el brazo”, en relación al ascenso con el Cádiz. En una entrevista concedida al sitio especializado en deportes “Doble Amarilla”; Marcos explicó que en Argentina tiene a toda su familia: “Tengo a mis abuelos, mis primos, mis tíos, toda mi familia está allá. Cada vez que puedo, en verano o cuando puedo, me voy para allá. Me quedó una semana en casa de cada abuelo. Todo el tiempo que puedo lo paso con ellos”.