Los uniformados de la Bonaerense llegan detenidos al debate oral. Hay otros 21 efectivos procesados por presunto encubrimiento.
Cuatro policías bonaerenses comenzaron este lunes a ser juzgados por un jurado popular acusados de la denominada “Masacre de Monte”, en la que cuatro chicos murieron el 20 de mayo del 2019 tras una persecución policial a los tiros y un choque.
El proceso estará a cargo de la jueza Carolina Crispiani, titular del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Plata, y se extenderá a lo largo de diez jornadas consecutivas, por lo que su finalización está prevista para el 17 de mayo.
Los acusados son los oficiales Leonardo Daniel Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Alejandro Ibáñez y el excapitán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Rubén Alberto García. Los cuatro llegaron detenidos al debate oral y enfrentan acusaciones por “homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público”.
Estos cuatro efectivos son los que viajaban en el patrullero que persiguió a tiros al Fiat 147 en el que viajaban Camila López (13), Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22) y Rocío Quagliariello (17). Sin embargo, hay otros 21 policías procesados por presunto encubrimiento aunque no serán juzgados en esta oportunidad dado que la causa fue dividida en dos.
El juicio será mediante un jurado popular, constituido por 12 ciudadanas y ciudadanos que fueron seleccionados esta mañana, se desarrollará en diez jornadas y contará con la declaración de 31 testigos; entre ellos será clave el testimonio de Rocío Quagliariello (17), la única sobreviviente de lo ocurrido. La joven viajaba aquella madrugada en el Fiat 147 junto a sus amigos y declarará en el debate oral a través de Cámara Gesell.
Este lunes, en la primera audiencia, las madres y padres de las víctimas se acercaron a los tribunales platenses para exigir Justicia. Loana Sanguinetti, madre de Rocío, contó que su hija “no es la misma desde que mataron a sus amigos”, que el hecho fue “un antes y un después” en su vida y admitió estar “muy nerviosa”.
Por su parte, Yanina Zarzoso, mamá de Camila, una de las víctimas mortales opinó que “la prisión perpetua sería lo más reparador” para la memoria de su hija. Mientras que la madre de Gonzalo Domínguez, Susana Ríos, señaló: “Yo necesito que la Justicia tome ese caso como lo que es: un asesinato de niños inocentes. Y con alevosía, porque dispararon en el auto. Un impacto de bala quedó alojado en el cuerpo de mi hijo”. (DIB)