Los radicales pidieron dejar de priorizar el ajuste
La decisión estaba tomada y el Gobierno empezó a ponerla en práctica esta semana: la cuestión de la seguridad será agitada durante la campaña con el objetivo de contraponerla a la acumulación de indicadores negativos en el área económica. La intención del macrismo será llevar el debate lo más lejos posible del bolsillo, aunque en el inicio de la disputa electoral buscará incentivar el consumo para atenuar la recesión y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios. Un modo de empujar algunos síntomas de la recuperación esperada, aunque ya sin pronósticos ni certezas, para el segundo trimestre de 2019.
“Estamos trabajando con incentivos para levantar el consumo y la actividad. Por un lado con las revisiones de las paritarias y el bono va a haber una recuperación del poder de compra del salario, y también va a haber medidas para actuar sobre la coyuntura”, dijo a Clarín un alto funcionario que monitorea esas variables. Como contó este diario en noviembre, Mauricio Macri convive con miradas ambivalentes entre los que consideran que el ajuste implementado aun habiendo sido fuerte no alcanza y los que le reclaman “algo de populismo” para empujar la economía y el consumo. En la campaña el Gobierno intentará que la rueda muestre algún movimiento.
En la previa a las legislativas de 2017 a Cambiemos le dio rédito el impulso de los créditos Argenta. El contexto actual con el torniquete monetario que aplicó el Banco Central resulta mucho más complicado. La caída del consumo se profundizó desde julio y en octubre la baja de las ventas en los supermercados y autoservicios fue de 3,3%, según consultoras privadas. Los relevamientos indican que la clase media incluso empezó a ajustar gastos en educación y salud, que eran considerados “intocables”.
Aun cuando del Presidente para abajo los funcionarios últimamente buscan evitar los pronósticos, la apuesta repetida en la Casa Rosada apunta a una desaceleración de la inflación para que en los próximos meses los salarios recuperen al menos parte de la perdida con las revisiones o las nuevas paritarias. “La inflación produjo un desfasaje, pero el 90% de los gremios tenía cláusula de revisión y el bono también va a ayudar a los que quedaron por debajo. En diciembre vamos a tener salarios reales positivos, a diferencia del período entre abril y octubre”, aseguró un ministro.
En paralelo el lanzamiento de programas de beneficios para las vacaciones en el país, promociones con descuentos como la semana de la moda, líneas de créditos para pymes y asistencia a sectores de bajos recursos formarán parte del paquete para atenuar la caída de poder adquisitivo de las clases media y baja. Con la expectativa en el turismo interno ante la devaluación, Horacio Rodríguez Larreta anunció beneficios del Banco Ciudad, el Nación y Provincia para los que viajen a la Costa bonaerense, Córdoba, Mendoza, Bariloche y Salta.
“Estamos ayudando a la clase media a que pueda tener su merecido descanso, atendiendo a la situación que sabemos que vive mucha gente, que la está peleando para llegar a fin de mes”, dijo el jefe de Gobierno porteño al presentar descuentos en supermercados, paquetes turísticos, vuelos, micros, hoteles y espectáculos.
María Eugenia Vidal hizo algo similar con el turismo y también lanzó un bono de $3.500 para jubilados que cobran la mínima y de $700 para beneficiarios del plan Más Vida, descuento de 50% con tope de $1.500 del Banco Provincia para compras en supermercados y beneficios para productos navideños, entre otros anuncios.
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