Fútbol y algo más… una postal de ayer
Una multitud fue ayer a la cancha del club Deportivo Chascomús. No sólo seguidores del local; también desde Magdalena vinieron muchos para alentar al Sport Club.
Todos, locales y visitantes, adquirieron su entrada a un valor de cien pesos en las boleterías que están sobre Hipólito Yrigoyen y la prolongación de Caseros. Sobre ese mismo sector ingresaron los de Chascomús, mientras que los visitantes con su ticket en mano, debían dar la vuelta para acceder por la puerta de calle Machado. La fiesta fue plena en el estadio “Domingo Lejona”, y más allá de que el nivel de juego no fue el esperado (el cero a cero califica, diría un viejo comentarista) todo estuvo a la altura de lo que se vivió: una gran final de la Liga Chascomunense de Fútbol. Un detalle le parece a este diario digno de ser mencionado: el señor que da nombre al estadio albiceleste, Domingo Lejona, pagó su entrada como uno más, seguramente sin que muchos de los chicos y adolescentes que estaban en sus cercanías, supieran de su historia, de sus tiempos en Gimnasia y Esgrima La Plata, de sus orígenes en la década del cincuenta en ese mismo campo de juego, de su paso por la selección nacional, de su venta a Vélez Sarsfield promediando la década del sesenta, o de aquella lesión que lo obligó a retirarse más joven de lo previsto.
Domingo Lejona se presentó en la boletería, pidió una entrada, metió la mano en el bolsillo y extendió un billete de cien pesos. “Vos acá no tendrías que pagar un peso, Mingo, tendrías que tener un carnet especial”, le dijo el cronista de este diario al recordado zaguero. “Son cien pesos nomás, uno viene a ver fútbol”, dijo con una sonrisa… y se fue caminando despacio para la tribuna, a alentar a su Deportivo.
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