A los detenidos se los acusa de haberse apoderado de una cantidad de cocaína que había sido secuestrada en un operativo realizado tras el crimen de un narco. El padre de una oficial involucrada renunció a su cargo como subsecretario de Seguridad del Municipio de General Rodríguez.
Solo uno de los nueve efectivos de la Policía bonaerense detenidos el jueves en una investigación por el crimen de un hombre perpetrado por sicarios con vinculación al narcotráfico usó el derecho a declarar, mientras que sus ocho colegas restantes se negaron a hacerlo y todos seguirán detenidos, informaron este sábado voceros judiciales.
Los acusados formalmente detenidos, a quienes se les atribuye haberse apoderado de una cantidad de cocaína que había sido secuestrada en un operativo realizado tras el crimen de un narco, pasaron ayer durante la jornada por sede judicial acompañados por sus defensores, todos ellos por separado.
Se trata del capitán Abel Ramón Acosta, la oficial principal Gabriela Noemí Ibarra, el sargento Leonardo Fabián Biotti, el oficial Juan Eduardo Vieira, el oficial Alexis Abel Romero, el subteniente Sebastián Eduardo Perín, el suboficial mayor Ángel Rufino Morales el oficial ayudante Claudio Sebastián Branchi y el subteniente Darío Roberto Torres.
Los voceros detallaron que pertenecían a la comisaría de Francisco Álvarez y al gabinete de Drogas Ilícitas de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno.
“Solo negó su intervención”
“Se negaron todos a declarar, medida que duró toda la jornada, pero Alexis Romero, que cumplía funciones en DDI de Moreno-General Rodríguez, ejerció su derecho de defensa, pero no aportó mucho. Solo negó su intervención en los hechos”, contó un investigador cercano a la causa.
Todos los policías prestaron declaración ante el fiscal Rubén Vázquez como imputados en la causa de los delitos de robo agravado por su comisión en lugar poblado y en banda, por el uso de arma de fuego apta para el disparo y por su condición de fuerza policial en concurso real con falsedad ideológica de documento y/o instrumento público y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada por ser cometida por funcionario público.
Ahora los voceros judiciales contaron que se mantienen prófugas dos civiles con pedido de detención y captura, a quienes se vincula como responsables del homicidio un informante.
La investigación sigue ahora con el análisis de los teléfonos celulares de cada uno de los detenidos y otras medidas tendientes a ubicar a los prófugos y el resto de los responsables del robo de la droga.
En el caso de la detenida Ibarra, los voceros dijeron que era jefa del Gabinete de Investigación antidrogas de la DDI y que su padre, el comisario jubilado de la policía bonaerense Alberto Daniel Ibarra, tuvo que renunciar como subsecretario de Seguridad del Municipio de General Rodríguez, debido al arresto de su hija.
Noche movida
Las detenciones de los efectivos se concretaron entre la noche del miércoles y la madrugada de jueves durante una serie de allanamientos realizados por personal de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal (PFA), con apoyo de policías del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de Moreno, a pedido de la jueza Julián.
Los allanamientos fueron realizados en las sedes de la comisaría de Francisco Álvarez y de la Delegación Departamental de Moreno-General Rodríguez, donde se hallaban todos los policías imputados, a los que les informaron que quedaban detenidos por sospechas de estar todos involucrados en una causa de narcotráfico.
La causa en la que quedaron implicados comenzó el 15 de febrero con el homicidio de un hombre llamado José Gutiérrez (32), quien fue asesinado en General Rodríguez de dos balazos por dos hombres que se movilizaban en una moto y que, tras concretar el crimen, huyeron sin robar nada.
El caso fue considerado por los pesquisas como un típico caso de sicariato vinculado a un ajuste de cuentas por la venta de estupefacientes en la zona.
La sospecha de la Justicia es que Gutiérrez fue asesinado porque había delatado a un capo narco de la zona, y le habían jurado venganza. (DIB)