Lo que había deslizado como probabilidad en una entrevista radial, el ex juez federal Norberto Oyarbide lo concretó ayer al mediodía en Comodoro Py. Campera de cuero, guantes negros, el ex magistrado ingresó a las 14:20 a la oficina del fiscal Carlos Stornelli con la intención de declarar como arrepentido en la causa de los cuadernos de las coimas K.
Habrá que ver si se lo permiten. Es que el artículo 3 de la ley precisa: «No podrán celebrar acuerdos de colaboración los funcionarios que hayan ejercido o estén ejerciendo cargos susceptibles del proceso de juicio político de acuerdo a lo establecido por la Constitución Nacional».
Este mediodía adelantó parte de la información que tiene para brindarle al fiscal y al juez federal Claudio Bonadio. «Yo mencioné que para la obtención de aquella famosa resolución de enriquecimiento ilícito hablé con Javier Fernández y con Jaime Stiuso», reconoció.
Y avanzó: «En realidad ellos eran empleados de una persona que era sí de quien emanaban todas las responsabilidades y es la persona que falleció, el esposo de la Presidenta (sic)».
«Yo sobreseí en base a todo lo que me dijeron. Había que hacerlo. Y así fue que transcurrió. Esa era la pura verdad. Fue el mismo fin de semana que él se murió, ¡mirá qué desgracia!», completó.
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