![](https://i0.wp.com/elfuertediario.com.ar/wp-content/uploads/2024/03/WhatsApp-Image-2024-03-02-at-11.28.42-PM.jpeg?resize=659%2C285&ssl=1)
Ayer, en horas de la tarde y tal como se había anunciado, Monseñor Juan Ignacio Liébana, a quien el Papa Francisco designó obispo de Chascomús, recibió su ordenación episcopal en un altar levantado en el gimnasio del Instituto Corazón de María, ante un importante número de fieles de nuestra ciudad y la zona, entre los que se encontraban autoridades del municipales de Chascomús y otros municipios, de la Provincia de Buenos Aires, representantes de las parroquias de la diócesis y de Santiago del Estero, y familiares y amigos del hoy nuevo Obispo.
Tras cantos religiosos ingresaron al lugar obispos y sacerdotes que participaron de la ceremonia.
Cabe señalar que fue la primera ordenación episcopal en la Diócesis de Chascomús.
En ese marco fue leído, por el presbítero Lisandro,el mandato del Papa Francisco con la designación de Liébana como Obispo de nuestra Diócesis.
Posteriormente comenzó la ordenación episcopal, actuando como consagrante principal el obispo de Santiago del Estero, Monseñor Vicente Bokalic y como coconsagrantes el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Monseñor Jorge García Cuerva; el Administrador Diocesano de Chascomús, Monseñor Carlos Malfa; el Arzobispo de La Plata, Monseñor Gabriel Mestre; y el obispo de Añatuya, monseñor José Luis Corral.
Monseñor Bokalic en sus palabras resaltó la importancia del obispo y los sacerdotes a su cargo en su contacto con los fieles y su misión de llevar la palabra de Dios.
Seguidamente, dentro del rito de ordenación episcopal, todos los obispos presentes impusieron sus manos sobre la cabeza de Liébana, Monseñor Bokalic le realizó el interrogatorio y la unción de la cabeza, que significa la peculiarparticipación del Obispo en el sacerdocio de Cristo, la entrega del Evangelio y del anillo que expresa la fidelidad del Obispo a la Iglesia, la imposición de lamitray por la entrega del báculo pastoral, para sufunción de regir la Iglesia que se le ha confiado.
Luego continuó la celebración religiosa.
Al culminar se realizó un ágape fraterno y hubo música folklórica.
De esta manera, el nuevo prelado inició el gobierno pastoral de nuestra jurisdicción eclesiástica.