El pasado miércoles, 2 de marzo, el Obispo, Moseñor Carlos Malfa, participó del inicio de clases en el Jardín Portal de Belén y desde allí dejó inaugurado el nuevo año escolar en todos los servicios educativos de la diócesis, teniendo presente en su oración y bendición a todas las comunidades educativas, compartiendo “la alegría de la presencialidad que es esencial en la misión educativa”.
El Obispo los invitó a estar unidos en la oración por la Paz respondiendo a la convocatoria del Santo Padre Francisco.
Dirigiéndose a los padres manifestó que “luego de amarlos y hacerles sentir que son bien queridos, la mejor herencia que le pueden dejar a sus hijos es una buena educación y la Iglesia quiere colaborar con ustedes en la educación integral”.
Finalmente concluyó diciéndole a los presentes que “la única razón de ser de las escuelas católicas es que los niños, niñas y adolescentes se encuentren con Jesús y tengan una experiencia de fe que transforme y acompañe toda la vida”.