El ministro de Economía analiza el impacto de la pandemia en las cuentas bonaerenses.
En diálogo con DIB, Pablo López contestó los planteos opositores sobre la deuda atrasada y la ayuda extra a los municipios. Además, dijo que la crisis por la pandemia es “inédita” y explicó cómo podría ser el 2021 económico. Definiciones sobre la negociación por la deuda y un tema crucial: la transferencia de subsidios.
¿Se cumplieron seis meses de pandemia, cuál es la evaluación del impacto económico en la Provincia?
La provincia no escapa a lo que pasa en Argentina y en el mundo. Ha tenido un impacto enorme, generó una crisis de magnitudes inéditas. Ya ni siquiera alcanza con remitirse a la de la década del 30, o quizá esa sea la única comparación posible.
¿Ni siquiera se compara con la de 2001?
Ni siquiera, aunque hay que marcar matices. En 2001 era otra la situación de arrastre, se venía de una recesión más profunda, desocupación más alta, entonces a nivel social tuvo otra envergadura.
En provincia los indicadores son similares a los nacionales, la caída de la actividad por ejemplo llega al 19% en el segundo trimestre.
Sí, pero lo que estamos viendo es que no es lo mismo abril y mayo que junio y julio. Cuando uno compara el intra-mes hay una reacción, que es incipiente y dispar en términos de sectores, pero que se ve. Ahí es muy importante el rol del Estado que estamos llevando adelante, no solo en el sostenimiento de la actividad privada, con créditos y salarios, sino también para motorizar, en el plano de la obra pública.
¿Qué caída fiscal esperan?
Tuvimos un impacto muy fuerte de marzo a mayo, con una caída de más de 20%. En el acumulado anual hoy estamos en el 15% y vamos a terminar más parecido al 10%, que es un shock importante.
¿Cómo será el año que viene, va a haber recuperación, de qué depende su velocidad?
Va a haber una recuperación, del orden del 5%, que seguramente no alcanzará a equiparar lo perdido este año. Acá en Provincia estamos en línea con esa estimación nacional. Dependerá mucho de lo que pase en este último trimestre y, claro, de la evolución de la pandemia.
Se dice que el arreglo con los acreedores privados es clave para la recuperación. En Provincia se especuló con un cierre rápido, pero parece retrasarse: ¿se complicó la negociación?
A partir del cierre nacional, venimos profundizando el diálogo. Pero la Provincia no puede apurarse, necesitamos poner como prioridad recuperar la sostenibilidad de la deuda. Hay que tener en cuenta también que hay una restricción a nivel nacional: estamos hablando de una deuda en moneda extranjera y la “caja” de moneda extranjera es única.
¿La escasez de dólares entonces hoy juega en la negociación?
Sin dudas. La escasez de recursos de la Provincia y de divisas de la Nación.
La Provincia, vía Fondo de Financiamiento Fiscal, consiguió unos $50 mil millones adicionales para el año que viene. ¿Cuánto resuelve eso el déficit crónico de financiamiento?
La decisión del Presidente es absolutamente trascendente y va en la dirección correcta. Pero es obvio que esto no se soluciona con el equivalente al 1.18% de coparticipación, el problema es estructural y es mucho más profundo. Hay una cosa que quiero aclarar: a la provincia no se le está dando un punto más de coparticipación, ese esquema sigue siendo el mismo.
¿Por eso ese dinero no va a ser coparticipado a los municipios, como pedían los intendentes opositores?
Es que son fondos que están por fuera del sistema de coparticipación. Pero más allá de eso, hay que poner en valor el trabajo que la Provincia viene haciendo con los municipios. La asistencia extraordinaria este año ya supera los $ 19 mil millones. Al principio de la pandemia nos comprometimos a que puedan funcionar con una situación de enorme caída de la recaudación, a que puedan pagar salarios. Y esto es importantísimo: sin tener ningún reparo respecto del color político. Hemos establecido indicadores objetivos de distribución, algo muy distinto de lo que había ocurrido en losúltimos cuatro años previos. En ese momento se favoreció a los municipios de Cambiemos.
Los intendentes dicen que lo que llegó como ayuda extra apenas compensó la caída de su coparticipación y recaudación.
La asistencia extraordinaria que dimos es inédita. Compensó con creces la pérdida de recaudación. Eso salta a la vista: en estos meses tan difíciles no ha habido un problema de pago de salarios, por ejemplo. Incluso ha habido fondos para reforzar sistemas de salud no solo provincial, sino municipal. Me parece que esto hay que ponerlo en valor. Si uno recuerda lo que al principio de la pandemia se decía de lo que podía pasar en la PBA y no pasó. En abril se vaticinaba el colapso del sistema sanitario, que no se iban a pagar los sueldos: ¿alguien escuchó algo de falta de insumos para el personal de salud? Los sueldos están al día.
Los intendentes opositores también reclaman por deudas atrasadas.
Es cierto que hay deudas: la gestión de Vidal así como dejó una enorme deuda con proveedores también lo hizo con municipios. Nosotros venimos ordenando esa situación, en la medida que la caja de la Provincia lo permite.
¿Hasta cuándo va a seguir la asistencia extraordinaria a municipios?
Lo iremos evaluando en función de cómo siga la pandemia, la actividad económica y la recaudación. Un ítem que desbalancea mucho las finanzas de PBA son los subsidios a las tarifas eléctricas y de transporte, transferidos en el último tramo de la gestión anterior.
¿Hay chances de que vuelva a pagarlos Nación?
Hay que marcar una cosa, el 75% de lo que la Provincia recuperó en términos de recursos automáticos durante la gestión de María Eugenia Vidal se fue en hacer frente a esos subsidios. Eso tuvo que ver con el marco del acuerdo que hizo Macri con el FMI. Tiene un enorme peso. Lo venimos trabajando con la Nación, que tiene claro que la Provincia tiene un problema. Eso lo muestra el Presidente cuando habla y cuando toma decisiones.
¿Lo deseable no sería que el tema subsidios quede con una solución automática?
Sería deseable pero entendemos que no es sencillo.
Respecto de las transferencias no automáticas, Nación dio el 51% del total a PBA en el primer semestre y en el Presupuesto 2021, el 17 % de gasto para obra pública. ¿Hay un favoritismo porque es Kicillof el gobernador?
Hay una lógica económica estructural. No tiene nada que ver con un favoritismo político. La Provincia recibía per cápita por detrás de cualquier otra jurisdicción. Lo que hay ahora es una búsqueda de reequilibrar y rebalancear. A eso se suma una situación coyuntural: durante los últimos meses la pandemia tuvo un efecto central sobre la provincia de Buenos Aires. (DIB) AL