Una mala noticia
Rodolfo Silva tiene panadería y también es presidente del Centro de Industriales Panaderos del Oeste bonaerense, que nuclea a 11 municipios y tiene sede en Morón. En declaraciones a No te Des Vuelta por FM CIELO manifestó que “la problemática la tenemos cuando llega la boleta de la harina, que todas las semanas sigue subiendo. Cuando realizamos “el panaso” estábamos con una harina de entre 340 y 370 pesos y ahora estamos con una harina de entre 700 y 800 pesos”.
Silva recuerda que en febrero la bolsa de harina valía 210 pesos y se pregunta ¿Cuantos kilos de pan tenés que vender para comprar una bolsa de harina? Y agrega “las panaderías son un termómetro social, vos podes aumentar lo que vos quieras pero aumentas el pan y la gente pone el grito en el cielo. Es el alimento que se come todos los días. Nosotros no queremos aumentar”
También manifiesta que “el Presidente dice no vamos a parar con los tarifazos pero algunas cosas tienen que parar, tiene que proteger el mercado interno. Que se siente con los harineros, con los que guardan el trigo y que pongan un precio para que los argentinos lo puedan pagar en pesos”.
Rodolfo Silva indica también “los que producen son los molinos, y el que vende el trigo se lo vende al molino para que lo convierta en harina y la harina llega a la panadería. No es ninguna ciencia, nosotros les pedimos un poquito de sentido común y sentimos que nos están faltando el respeto. No están mirando la problemática, hay panaderos que están cerrando sus puestas o se pasan a la clandestinidad”.
“Si vos no podes pagar los impuestos te das de baja en todos lados y seguís trabajando y entonces la competencia se vuelve desleal” manifestó en cuanto el aumento de panaderías clandestinas y dijo también “están todos tan desproporcionados los aumentos que no sabes que cobrar. Es una locura cobrar una docena de facturas 100, 120 o 140 pesos”.
“Lo que le queremos decir a las autoridades que tienen que tener un poquito de sensibilidad, si realmente quieren salir adelante y generar más trabajo” expresó Silva, quien se quejó también por la falta de operatividad del gobierno: “No se pueden tener más reuniones, ya no son efectivas. Un colega cierra la panadería o se pasa a la clandestinidad es un tipo que dejó morir un sueño. Ellos en el 2019 se van a su casa con su economía estable y no tiene ningún problema, el panadero perdió su vida, su sueño y su futuro, el de él y el de sus hijos”.
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