La consultora Synopsis presentó un nuevo estudio que aborda la aparente contradicción. La mirada sanitaria y la comparación con otros países
El dato, en la tarde del miércoles, estremeció: en marzo, con sólo 10 días de cuarentena por el coronavirus, la actividad económica cayó un 11,5% respecto al mismo mes de 2019, en el peor derrumbe desde 2009. Los pronósticos son aún peores: con la pandemia en pleno desarrollo, se prevé un daño similar al de 2002. Con este panorama, la pregunta cae sola: ¿por qué si el parámetro que más influye en el ánimo de los argentinos está por el piso, el máximo responsable de manejarlo goza de muy buena imagen? Resumido: ¿por qué si la economía está tan mal, la gente ve tan bien a Alberto Fernández? Una nueva encuesta nacional a la que accedió Clarín aborda la aparente contradicción. La primera conclusión es simple: muchos creen que el Presidente no tiene tanta responsabilidad en la debacle. Y en paralelo, le atribuyen éxito en la pelea sanitaria.
El estudio es de Synopsis, una consultora creada en 2015 y dirigida por el politólogo Lucas Romero. Desde entonces, viene midiendo para las principales elecciones y también trabaja para el mundo de las empresas. Este año, ya publicó varias mediciones vinculadas con el Covid 19. El último relevamiento lo hizo entre 7 y el 11 de mayo: 1.343 casos online en las principales ciudades del país, con un margen de error de +/- 2,8%.
El capítulo final del informe de 25 páginas se llama «La pandemia como filtro de interpretación política». Un interrogante funciona como disparador inicial: «¿Hay desacople entre daño económico y responsabilidad política?». Y luego amplía, consultando directamente a los encuestados: «La pandemia está teniendo un impacto negativo sobre la economía del país. ¿Qué tanta responsabilidad cree usted que tiene el gobierno de Alberto Fernández por ese impacto económico?«.
El sondeo ofrece una escala de 1 a 5 para responder, donde 1 es «nada de responsabilidad» y 5 «toda la responsabilidad». El 1 saca el porcentaje más alto: 33,8%. Si se suma a los que eligieron el 2 (12,7%), se concluye que un 46,5% considera que Fernández tiene «baja responsabilidad» en el derrumbe económico.
En la otra punta, entre el 4 (10,3%) y el 5 (24,9%), «alta responsabilidad», suman 35,2%. En el medio, el 3, que sería «responsabilidad intermedia», junta 15,5%. Completa un 2,8% de «no sabe/no contesta». Así, el balance es claramente positivo para el Presidente.
Cuando se discriminan los resultados por la orientación del voto, se ve la influencia de una fidelidad altísima de los electores del Frente de Todos. En ese grupo, sólo un 5,7% le atribuye «alta responsabilidad» en la actualidad económica contra un 84,4% que opta por «baja responsabilidad». Entrando aún más en este último dato, acaso lo más llamativo sea que un 63,3% de los K elige la opción 5 («nada de responsabilidad»).
Entre los votantes macristas, se ve el espejo invertido: un 73,3% opta por las variantes de «alta responsabilidad» (suman 48,7% la 5 y 22,6% la 4), contra el 14,9% que prefiere las de «baja responsabilidad» (7,8% la 1 y 7,1% la 2).
Dentro de la misma encuesta, como se explicó de arranque, estos números conviven con una alta valoración de la imagen presidencial: 51,9% de imagen positiva contra 28,2% de negativa, lo que le da un diferencial a favor de 23,7 puntos. Muy buenos números, pero lejos del pico que tuvo en la cuarta semana de marzo, cuando combinaba + 59,1% y – 19,8% (diferencial + 39,3%).
El rol de los moderados
Clarín consultó al director de Synopsis sobre por qué podría darse este «desacople». Y respondió así:
– «El argumento más sólido para explicar este desacople es que la gente interprete que al tratarse de un fenómeno de fuerza mayor (Fernández no tiene obviamente ninguna responsabilidad por la aparición del virus), no le asigna ninguna responsabilidad política por las consecuencias, incluso por los daños provocados por las medidas que el propio Fernández está tomando para controlar al virus (es decir la cuarentena)».
– «Para alimentar este razonamiento de desacoplar daños y responsabilidad política, ayuda la información que habla de la situación económica en otros países (desempleo en EE.UU., caída de la economía en Europa, etc.). Si a los demás países les pasa, entonces no hay responsabilidad particular de Fernández«.
– «Pero también ayuda el ‘éxito’ sanitario. Mientras lo sanitario vaya bien, probablemente la mayoría de la gente ‘le perdone’ a Fernández los costos. Ahora si lo sanitario empieza a ir mal, muy probablemente el Presidente empezará a pagar costos por los daños económicos. El razonamiento sería: si nos salvás de esta, te perdonamos la forma; si no nos salvás, te vamos a facturar también la forma en que estás tratando el asunto».
Romero también aborda los resultados por orientación de voto y destaca la influencia (a favor de Fernández) que están teniendo los «moderados»:
«Descontando lo que sucede con los núcleos duros de votantes, que naturalmente observan la realidad y los acontecimientos de acuerdo a su posicionamiento político y tienden a opinar lo que favorezca y reafirme su pensamiento previo, resulta interesante ver qué pasa entre el electorado más centrista o moderado y allí también vemos una ligera inclinación a asignarle por ahora baja responsabilidad a Fernández por lo que está aconteciendo en materia económica. De hecho, es parte de ese electorado centrista que explica también que la imagen positiva de Fernández exceda su propia base electoral». (Clarín – Por Eduardo Paladini)