La Gobernadora fue consultada por la extensa fila de mil metros que se formó para esperar una vacante para entrar el penal de Olmos.
María Eugenia Vidal salió anoche a minimizar la situación vivida en las puertas del penal platense de Olmos, donde se formó una hilera de un kilómetro de aspirantes a guardiacárceles, postal que fue leída como una señal de la desesperación por conseguir un trabajo. Fueron miles de jóvenes entre 19 y 34 años que llegaron para unas 50 vacantes
«La fila no es para que le demos trabajo como guardiacárcel, sino que es para estudiar y poder ser guardiacárcel”, explicó la Gobernadora durante una entrevista con Radio Mitre.
“Para ser penitenciario se requiere un año de estudio, dos meses de práctica y un año más dentro del sistema”, agregó la mandataria.
“Las personas que hicieron la fila se inscribieron para el curso de capacitación. Tendrán que hacer el curso y aprobarlo. No es que mañana ya empiezan a trabajar», sostuvo para terminar.
Las declaraciones de Vidal colisionan con las decenas de testimonios que ayer recolectaron medios televisivos y gráficos que se acercaron al lugar. Hasta el propio Xavier Areses, titular del Servicio Penitenciario Bonaerense, en diálogo con Clarín, admitió la fuerte demanda laboral.
“Los jóvenes ven una posibilidad concreta de trabajo, pero también influyó las condiciones de apertura que se han registrado en el SPB y un proceso de transparencia interna que hemos impulsado», dijo el funcionario. Los sueldos iniciales orillan los 34 mil pesos.