El titular de UDOCBA, Miguel Díaz, puso sobre la mesa la necesidad de reeditar la cláusula que obliga al Gobierno a empatarle a la inflación. Además, dijo que la oferta salarial tiene que empatar toda la inflación de este año
De cara al comienzo de las negociaciones entre el Gobierno y los gremios docentes, fijadas para el primero de noviembre, a partir del acuerdo rubricado en junio entre ambas partes, empiezan, de a poco, a florecer las condiciones que unos y otros ofrecerán para lograr el inicio en fecha del calendario educativo.
Tanto el Gobierno como los grandes empresarios vienen marcando la necesidad de cerrar negociaciones en torno al 10-15 por ciento, habida cuenta de que, calculan, la inflación se mantendrá este año dentro de esos parámetros. Claro que esas expectativas chocan de lleno con la desconfianza de los gremios, que buscan recomposiciones.
En ese sentido se expresó ayer el titular de UDOCBA, Miguel Díaz, entrevistado en el aire de FM CIELO 103.5. Díaz celebró la convocatoria ya que, dijo, «es cumplir con lo que se ha firmado» y anticipó parte del planteo que se llevará a la mesa técnica. «Tendría que mantenerse la cláusula gatillo porque hasta ahora le han errado a todas las proyecciones que han hecho», razonó.
«Hay que mantener la cláusula, ofrecer toda la inflación que se ha desarrollado durante todo el año y dejar que los CEOs discutan cosas de CEOs», agregó, en relación al planteo del titular de Dow y presidente del coloquio de IDEA, Gastón Remy pero tirando por elevación respecto de otro tema en el que docentes y el Gobierno chocan: la reforma educativa.
Al respecto, Díaz tildó de «soberbios» a los funcionarios de Macri, entre ellos al ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, que excluyó a los gremios de la discusión sobre la reforma de la Secundaria, en la que el Gobierno busca instalar prácticas laborales obligatorias y no rentadas.
«Son soberbios, no saben nada de educación y tienen que convocar a los docentes, porque somos nosotros los que sabemos cómo se fija y desarrolla un aprendizaje», analizó Díaz. «Si la educación está mal es porque tenemos funcionarios con esa soberbia y técnicos», agregó, enojado.
En el mismo sentido se expresaron los otros gremios que confluyeron el año pasado en el Frente de Unidad Gremial, entre ellos SUTEBA y FEB. «Los Sindicatos, representantes de los trabajadoros y trabajadoras de la Educación, seguimos sin ser convocados a participar de este proceso, a pesar de que éste implica cuestiones laborales concretas en las que está claro que es imprescindible nuestra palabra», indicaron en un comunicado.
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