A casi 48 horas de su ingreso al Hospital Británico llegó el diagnóstico, luego de que se conocieran los resultados de los exámenes de laboratorio correspondientes: Jorge Lanata contrajo el virus de la Influenza H1N1, más conocido como Gripe A.
Así lo informó el parte médico difundido este sábado, que también aporta buenas noticias. La evolución del periodista es «favorable», «sin necesidad de soporte respiratorio», mientras que el cuadro de hipertensión arterial reactiva -que presentó al ser internado de urgencia el jueves- «se encuentra solucionado».
A mediados de mayo se había detectado el primer caso del año de Influenza H1N1, en un niño de siete años que fue hospitalizado en La Plata. «La gripe A ya no es como antes, que era un virus poco usual. Ahora es un virus mucho más corriente en el país y en la mayoría de los casos no presenta complicaciones», informaron por entonces autoridades sanitarias de la Provincia de Buenos Aires a Infobae.
En tanto, aquel pico de estrés que obligó el traslado al Británico se produjo cuando Lanata grababa Hora 25, el ciclo que conduce en TN. Horas después, y ante el cuadro de situación que se avizoraba, El Trece decidió suspender la emisión de este domingo de Periodismo Para Todos; en su lugar emitirá una película. Además, su salud ya había obligado la postergación de Codicia, la ficción que estará basada en la corrupción kirchnerista.
Se trata de la tercera internación de Lanata en los últimos cuatro meses. Las anteriores tuvieron lugar en la Fundación Favaloro, donde en marzo de 2015 recibió un trasplante de riñón en una práctica que hasta entonces era inédita en nuestro país: fue la primera donación de órganos cruzada.
Este año, al también conductor de Radio Mitre lo afectó una gastroenteritis severa, cuando en un primer momento se había dicho que tenía (el propio Lanata había bromeado al respecto). Luego, una neuropatía diabética generó preocupación.
«Eso te agarra por la diabetes, te agarra en las piernas -aclaró después, ya recibida el alta-. Están los huesos, los músculos y después hay como unas terminales nerviosas que se asfixian, y te duele realmente mucho. Ahora estoy medio jodido de esto y por eso no puedo hacer distancias largas. Puedo caminar con un bastón, pero si tengo que hacer 200 metros, no puedo ir». Por esta razón Jorge no solo realiza una rutina de kinesiología cada mañana, sino que además está obligado a conducir sus programas en una silla.