El jefe de Gabinete, Marcos Peña, rechazó ayer el concepto de persecución utilizado por el sindicalismo y aseguró que «no importa que sea sindicalista, oficialista u opositor si está cometiendo un delito», porque «todos los ciudadanos son iguales ante la ley», al tiempo que recordó que «la Justicia funciona sin condicionamientos» y que incluso por primera vez se investiga también a un presidente «en tiempo real», al ser entrevistado por radio Mitre.
Peña criticó a Luis Barrionuevo, al afirmar que el líder gastronómico «hizo una amenaza mafiosa, berreta, al país y a la democracia» cuando la semana pasada dijo que «a los sindicatos los atacaron los militares, (Raúl) Alfonsín, y (Fernando) De la Rúa y terminaron mal».
Al referirse a Hugo Moyano, quien junto a Barrionuevo ayer coincidieron en Mar del Plata en el rechazo a que las paritarias se ajusten al 15 por ciento de inflación previsto por la administración de Mauricio Macri, afirmó que el gobierno nacional no tiene «un prejuicio» contra el dirigente camionero, sino «una relación de trabajo».
Entre otros puntos, también destacó en sus declaraciones radiales «el interés que la Argentina ha despertado en el mundo». Y también afirmó que buscan «una Justicia más eficiente», al tiempo que pidió que se discutan «criterios más objetivos para la aplicación de la prisión preventiva», al ratificar que están trabajando en un proyecto en ese sentido.
En otro orden, Peña negó que existan diferencias entre el Papa y el Gobierno que deriven en que Francisco no visite la Argentina, al asegurar en declaraciones a radio Mitre que no percibe «que haya un conflicto» con el Sumo Pontífice, con quien la administración nacional comparte «el objetivo de combatir la pobreza y la desigualdad».
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