«Tenemos un plan para recuperar la economía cuando superemos la pandemia». Sin brindar especificaciones, Alberto Fernández intenta mantener en pie las expectativas cada vez que se le pregunta por el «día después», ante una economía que viene de la caída de la actividad más importante en la historia, con un desplome interanual en abril de un 26,4%.
La vicejefa de Gabiente, Cecilia Todesca, una de las asesoras de mayor cercanía al Presidente y coordinadora del equipo económico, reveló en las últimas horas uno de los componentes de la receta que elabora el Gobierno: la obra pública de pequeña escala con insumos nacionales.
Aunque Fernández ayer anunció una nueva ronda sin recortes y para todo el país del Ingreso Familiar de Emergencia (el subsidio de $10.000 para sectores vulnerables), en el equipo económico hay ansiedad por pasar a otro tipo de herramientas que permitan hacer más eficiente el gasto público y apuntalar el trabajo.
«El gran dinamizador que tiene como herramienta el sector público es la obra pública. Y dentro de la obra pública nosotros t enemos que priorizar la obra pública de menor escala, que es la que tiene menos insumos importados y la que genera mayor trabajo. Eso deberíamos hacer en el corto plazo y en ese sentido estamos trabajando», dijo Todesca a Futurock.
Y agregó: «El Gobierno tiene varios sectores específicos que se dedican a la obra pública. No solo el Ministerio de Obras Públicas en sí, sino también AYSA y Enhosa (que provee agua fuera de AMBA), Ministerio de Vivienda y Hábitat, Trenes Argentinos. Hay un gran listado de agencias donde que pueden dinamizar la obra pública».
Un estrecho colaborador de Fernández señaló a este medio: «Se trabaja permanentemente en el plan de salida y la obra pública es una parte de ese plan, porque es muy reactivadora en lo inmediato».
Según pudo reconstruir el diario La Nacion, lo que está en carpeta en rigor son planes que habían sido anunciados antes de la irrupción del coronavirus. El Ministerio de Obras Públicas, a cargo de Gabriel Katopodis, espera relanzar el programa Argentina Hace, que tiene como característica financiar proyectos de pequeñas obras públicas, por etapas, a los 2.300 municipios del país. «Tiene como ventaja la rapidez de la ejecución porque licitan los municipios y también que da empleo, no a grandes constructorias, sino a gente del lugar, a pymes y cooperativas», señalaron desde la cartera de Katopodis.
Hasta ahora fueron anunciadas obras por $10.000 millones para 40 municipios del conurbano, y los papers oficiales hablan de «unos·8700 empleos directos». Pero ante los interlocutores del equipo económico, Katopodis pretende contar con un presupuesto de al menos $30.000 millones entre 2020 y 2021. Son las discusiones que se están dando en las reuniones periódicas para la elaboración del presupuesto en la Casa Rosada.
Por cuerda separada, fue anunciado Argentina Construye, de Vivienda y Hábitat, a cargo de María Eugenia Bielsa , que fue anunciado como una inversión por $28.992 millones para la construcción y refacción de viviendas e infreaestrutura de emergencia en barrios vulnerables.
«Cuando uno pone plata ahí genera inmediatamente trabajo de buena calidad y también hace mover el círculo, porque esa mano de obra también consume más y eso genera una segunda vuelta y más ingresos para todos. Para la salida estamos pensando eso», reafirmó Todesca.
El futuro del IFE y del ATP
Aunque por ahora el Gobierno viene renovando las medidas de emergencia por la pandemia -el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP)-, en el equipo económico reconocen que deben «calibrar» el gasto público debido a que la caja del Estado cruje por el déficit fiscal y para reservar fondos frescos para la pospandemia. «Necesitamos no extralimitarnos y establecer prioridades, porque debemos contar con un margen de fondos para la salida», reconoció un importante integrante del elenco económico a La Nacion.
Con resultados fiscales en rojo, el Sector Público Nacional (SPN) registró en mayo un resultado primario deficitario de $251.287 millones.
Todesca manifestó en declaraciones radiales: «Nosotros tenemos una cantidad de dinero determinada. Si creemos que la vía de salida es el trabajo y la producción, hay una parte de ese dinero que tenemos que meter en obra pública. Si tenemos que hacer eso, entonces no podemos estar aumentando el IFE en los próximos meses, no porque la gente no se lo merezca, no porque no sea necesario. Sino porque hay que tratar de ver cuál es el mejor vehículo. Y nosotros creemos que el trabajo siempre es el mejor vehículo».
Ayer, cuando se registró un nuevo récord de casos de coronavirus en el país, Fernández le anticipó a los gobernadores que el IFE, que alcanza a casi 9 millones de personas, tendrá un tercer pago en todo el país, sin recorte de beneficiarios.
Sin embargo, Todesca reconoció los límites de reeditar mes a mes el paquete de emergencia por el coronavirus. «El ATP ha sido un buen instrumento que nos puede seguir acompañando, pero ese dinero debe estar lo mejor invertido posible», dijo. Y aclaró: «En la medida en que la situación sanitaria va transformándose, tenemos que ajustar la herramienta para dar buena respuesta a una situación más heterogénea en términos regionales y sectoriales».
El equipo económico pretende, lo antes posible, acotar el alcance del ATP para auxiliar solo a las empresas de sectores críticos que no tienen posibilidad de reactivarse por el virus (como el sector cultural o el turismo) y pasar a un esquema de moratoria y créditos para las empresas que retoman su actividad. Por ahora, la pandemia no permitió moderar el alcance del plan.
Respecto al IFE, Todesca puntualizó: «El IFE ha sido muy valioso para sostener el ingreso para las familias que están insertados en una economía de forma más endeble. Pero es al mismo tiempo un instrumento muy caro. Si uno piensa en 9 millones de personas por $10.000 son 90.000 millones de pesos que es mucha plata, entonces tenemos que trabajar los instrumentos para eficientizar el gasto». (La Nación)