El presidente Alberto Fernández buscó restarle importancia a la fuerte reprimenda de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a ministros y legisladores y aseguró que el acto del Frente de Todos celebrado ayer en La Plata “sirvió para disipar las dudas de aquellos que nos quieren ver separados y divididos”.
El Presidente se refirió así al acto convocado por el gobernador Axel Kicillof en el Estadio Único de la ciudad de La Plata, donde repasó su primer año de gestión y realizó anuncios. En ese marco, la vicepresidenta lanzó una dura advertencia al interior del Frente de Todos, al sostener que “los ministros o legisladores que tengan miedo busquen otro laburo”.
Si bien no se refirió específicamente a esta frase, el mandatario señaló que en el acto de ayer “no hubo discursos disruptivos y todos estaban en la misma sintonía”. Y aseguró que sirvió “para terminar con lo que intentan instalar desde algunos medios”.
En los últimos meses vivimos un debate inusual porque ocurre que si hablo con Cristina, soy un títere y ella es la que se mete en todo y manda en el Gobierno; pero si no hablo dicen que estamos peleados y hay una crisis institucional en el Gobierno. La verdad no se que quieren”, aseveró el Presidente.
Respecto a esta situación, Fernández señaló que “con Cristina hablamos cuando tenemos que hablar. Nos conocemos hace mucho y tengo un gran cariño por ella y nada va a quebrar nuestra amistad”.
Sobre el acto de ayer, contó que “se le ocurrió a Axel”, y consideró que “sirvió para disipar dudas para los que quieren vernos separados y divididos a Cristina y a mí”.
Fernández precisó que “no basta con la unidad, pero es una condición necesaria para poder gobernar”. (DIB) JG