Podrían ser condenados a seis años de cárcel por “colgarse” de la electricidad

Son dueños de locales de marcas exclusivas de City Bell, un suburbio de clase media alta de La Plata. La acción tiene pocos antecedentes.

En un avance inusual, la justicia penal imputó a los dueños de locales de marcas exclusivas de alimentos e indumentaria que robaban la energía en sus locales, ubicados en un suburbio de clase media alta de La Plata.

La imputación fue por el delito de y se labró contra los dueños del local de sushi “Shiitake” de 14C y 473; del local de la marca “Checa”, de Cantilo y Diagonal 3; del negocio de suplementos deportivos “Activa”, de 473 y 14C; del local Las Blondas (Rapsodia) de 472 y 13C, y de la pizzería “El Polígono”, de 14C y 473.

Dichos locales de reconocidas marcas ubicados en City Bell, en la periferia norte de La Plata, habían sido detectados hurtando energía en un operativo realizado por la Empresa a mediados de septiembre pasado, en el marco de las acciones antifraude que lleva adelante para identificar y desarticular conexiones ilegales, informó la distribuidora.

Edelap remarcó que estas prácticas “afectan la calidad del servicio que reciben los demás usuarios”. Y que “en todos los casos se dejó acreditada la existencia del hurto de energía mediante acta de escribano público y policial, y se procedió a con las respectivas denuncias penales tanto a los titulares como a posibles oferentes de este tipo de maniobras delictivas”.

Los titulares de los locales imputados deberán enfrentar ahora el proceso judicial por el delito de hurto de energía, penado con prisión de hasta 6 años. Se trata de un delito que pone en riesgo la vida de quien manipula las instalaciones y de terceros, perjudicando además la calidad del servicio eléctrico.

Por otro lado, los imputados deben afrontar el pago de la energía consumida en forma ilegal, así como las penalidades correspondientes conforme lo establece el Reglamento de Suministro y Conexión.

El hurto de energía, en sus distintas metodologías, genera excesos de consumo no registrado que sobrecargan los tendidos, los dañan y provocan una disminución en la calidad de servicio que reciben los usuarios vecinos que están correctamente conectados, generando problemas de tensión o cortes por manipulación indebida de las redes. (DIB)