«La autocrítica no tiene que ser sólo un ‘me equivoqué’, sino que se tiene que reflejar en medidas concretas desde el punto de vista económico», destacó Parrilli en diálogo con Página/12.
El bloque de senadores del Frente de Todos envió una carta a los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), en la que pidieron al organismo que «se abstenga de condicionar la política económica» del Gobierno. Además, los senadores solicitaron que se explique bajo qué consideraciones decidieron otorgarle al gobierno de Mauricio Macri un préstamo de 44 mil millones de dólares y por qué no hicieron los controles pertinentes para evitar que la mayoría de ese dinero sea destinado a la fuga de capitales. En diálogo con Página/12, los senadores Oscar Parrilli, Anabel Fernández Sagasti y Mariano Recalde opinaron al respecto y explicaron el por qué de la carta.
En la misiva, los senadores expresaron que “si este acuerdo stand by hubiera resultado exitoso, hoy no estaríamos ante la necesidad de tener que acordar un nuevo programa. Es entonces necesario entender qué es lo que falló al momento de gestionarse los fondos que tan irresponsablemente ese organismo le prestó a la Argentina». En ese sentido, afirmaron que es necesario saber «cuáles fueron los cálculos que hicieron pensar a los técnicos, funcionarios y directivos del FMI, que nuestro país podría obtener excedentes externos suficientes como para afrontar los vencimientos que se previeron en ese entonces, cuando en realidad resultaba claro desde el inicio que los mismos serían de pago imposible, como así lo manifestaron oportunamente analistas locales e internacionales».Los senadores consideraron que resulta fundamental entender dicha cuestión porque «de ella se deriva la responsabilidad de cada parte en lo actuado hasta el presente». Parrilli dijo a Página/12 que enviaron la carta porque «es importante que las autoridades del FMI conozcan cuál es el pensamiento mayoritario del Senado». En ese sentido, agregó que «el Poder Ejecutivo preparó un proyecto de ley que propone que el acuerdo con el Fondo sea aprobado por ley y por eso es importante que vayan sabiendo cuál es nuestro pensamiento, y que después no se sorprendan con lo que planteemos«. El senador destacó que «más allá de una respuesta puntual», lo que esperan desde el FdT es «un cambio de actitud, de reconocimiento de los errores y de las responsabilidades que ellos también tienen».
En la carta destacaron que el FMI, al realizar el préstamo al gobierno de Macri, incumplió con su estatuto, ya que en su artículo 6 afirma que «ningún país podrá utilizar los recursos del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital«, y que «el organismo puede pedir a los países que adopten medidas de control para evitar que los recursos del Fondo se destinen a tal fin». «Ellos incumplieron sus estatutos y el gobierno anterior tampoco respetó las leyes. En los dos casos incumplieron las normas. La autocrítica no tiene que ser solo un ‘me equivoqué’, sino que se tiene que reflejar en medidas concretas desde el punto de vista económico«, aseguró Parrilli.
Con respecto a la fuga de capitales, el senador indicó que «queremos saber por qué lo permitieron. Ellos saben dónde fue ese dinero, y si no lo saben sería bueno que averigüen, porque en Argentina esa plata no está«. «El FMI está en contacto con todos los países del mundo, incluso con los que tienen paraísos fiscales, y tienen herramientas que nosotros no tenemos para poder investigar. Podrían ayudarnos a saber dónde está la plata», subrayó. «La carta tiene la intención de reflexionar cómo las políticas de fuga financiera nos terminan conduciendo al lugar donde estamos hoy«, agregó Fernández Sagasti al respecto.
Recalde destacó que lo que se juega en esta negociación “es el futuro de los argentinos, porque hablamos de una deuda enorme que recibió este gobierno. Lo que queremos y necesitamos es que se renegocie de la mejor manera posible para poder salir adelante sin tener que, como sucedió en otras épocas, aceptar condiciones perjudiciales para los argentinos y argentinas”. Con el objetivo de que no vuelvan a ocurrir situaciones de toma de deuda irresponsable, según Recalde, “hay que cumplir con la Constitución y con las leyes que, justamente, tienen previsiones para que eso no suceda. Lo que ocurrió con el préstamo es que no se respetaron los mecanismos que establece la Constitución: no se discutió en el Congreso, no se refirieron los informes o dictámenes del Banco Central como establece la Ley de Administración Financiera, y no se respetó la Carta Orgánica del propio FMI», enumeró el senador. «Lo que hizo el macrismo fue un despilfarro y una irresponsabilidad enorme que tenía cómo objetivo el beneficio de unos vivos”, concluyó.
Los senadores pidieron al organismo que aclare si el dinero prestado tuvo como fin conseguir la reelección de Macri: «sería necesario que el Fondo confirme o desmienta estas apreciaciones, puesto que estaríamos ante un antecedente gravísimo de influencia e injerencia del FMI para que un determinado sector político obtuviese el triunfo en las elecciones», consignaron en la carta.
La misiva también se detuvo en la «larga y fracasada» historia de los acuerdos entre Argentina y el FMI, y subraya que el organismo no debe interferir en las decisiones de política económica. «Siempre fue muy alto el deterioro social asociado a la aplicación de los programas del FMI a lo largo de la historia Argentina, con aumento de la pobreza, la indigencia y el desempleo», indicaron. Para Fernández Sagasti, «el pago de los compromisos adquiridos por el Estado no debe darse a costa del sacrificio de los y las argentinas. Es por ello que, ante estas negociaciones, consideramos importante que también se tenga en cuenta el momento particular que está viviendo no sólo Argentina, sino también el resto del mundo por la pandemia».
«Lo primero que tendrían que hacer en una pandemia es, mínimamente, reducir los intereses que son altísimos», afirmó Parrilli. Sobre este punto los senadores propusieron «reconsiderar los intereses; período de espera para comenzar los pagos anuales a partir de 2025″, y postularon «un plazo de amortización en varias décadas, de modo tal que las erogaciones anuales no tornen insustentable la refinanciación».
Informe: Melisa Molina. (Fuente: Página 12)