Así como ocurrió con el desarrollo de AstraZeneca y la Universidad de Oxford con la vinculación a casos de trombosis, ahora las alarmas se han encendido sobre la vacuna contra el coronavirus de Johnson & Johnson, ya que la agencia que regula los medicamentos en Estados Unidos (FDA) actualizó sus advertencias e incluyó información sobre un “aumento del riesgo” de contraer el Síndrome de Guillain-Barré (GBS).
En base a un sistema de monitoreo federal sobre la seguridad de las vacunas, la FDA identificó 100 casos del poco frecuente trastorno neurológico tras la inyección de 12,5 millones de dosis. De ellos, 95 fueron graves y requirieron hospitalización, y se informó que se reportó una muerte.
La noticia representa un nuevo traspié de esta vacuna, que recibió autorización de uso de emergencia en febrero, pero que cumple un papel menor en la campaña de vacunación en Estados Unidos contra la Covid-19.
El GBS es un trastorno neurológico en el que el sistema inmunológico del cuerpo daña las células nerviosas, provoca debilidad muscular o, en los casos más graves, parálisis. Afecta a un estimado de 3.000 a 6.000 personas cada año en Estados Unidos, y la mayoría se recupera.
De acuerdo a una publicación de The Washington Post la FDA adjuntará una etiqueta en las vacunas contra el coronavirus de Johnson & Johnson para advertir sobre los riesgos “ligeramente mayores” de desarrollar el síndrome de Guillain-Barré tras ser inoculados con ese producto. La mayoría de los casos notificados corresponden a hombres mayores de 50 años. (DIB) ACR