El deterioro de la muralla costanera y también de los terraplenes en los lugares donde no hay defensas costeras, genera preocupación , habida cuenta la importancia que tiene la laguna para nuestro distrito, fundamentalmente para la ciudad, no solo como paseo sino también como atractivo turístico, generador de parte de la economía de Chascomús, hoy con importante rol habida cuenta la cuantiosa caída del empleo industrial y comercial, y la reducción de la actividad agro ganadera, no por sus realidad actual, sino por la pérdida de un tercio de las tierras del partido tras la división del mismo.
Días atrás se publicó en el portal de la Agencia de Noticias Nova un detalle del estado de las murallas del sector urbano, donde destacó la necesidad de reparación de aproximadamente 70 metros de tablestacado caído entre el Hotel Howard Johnson y la rotonda del Cementerio, 218 metros de la vieja muralla de granito caída y con huecos peligrosos en la zona del Monolito, con una escalera destruida, refiriéndose a la que conocemos como “redonda”.
A esto, dice la nota, se suman 105 metros de muralla bajo la cafetería Balneario Lamadrid con escalera desmoronada, coronamiento de hormigón roto, cables de la vieja red de alumbrado a la intemperie y tramos muy inseguros para los paseantes.
El artículo de NOVA, recuerda finalmente, que 175 metros de también antigua muralla rota de granito y por tramos desmoronada, con sus dos escaleras incluidas, entre lo que fuera el parador Atalaya y el Espigón de Edificio del Turista.
No hay dudas que el Municipio tiene que poner el ojo en este tema, arreglando o que esté a su alcance y gestionando fondos u obras para el resto.
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