Construyen sillas de ruedas anfibias, para que chicos discapacitados puedan ingresar al mar.
Un grupo de internos del penal de Batán fabricó sillas de ruedas anfibias con un fin solidario: posibilitar a las personas con discapacidad ingresar al balneario y desplazarse por la arena y el agua.
La noticia es claro ejemplo de cómo se debe buscar la resocialización de quienes cometieron ilícitos, al tiempo que combate el estigma y el prejuicio sobre la población carcelaria, a la que con habitualidad se la margina desde el sentido común de la mayoría de la sociedad.
Los fabricantes son integrantes del Programa de Rugby «Recuperar Vida» que coordina la ONG Cambio de Paso en conjunto con el Servicio Penitenciario Bonaerense. Durante un tiempo recibieron clases especiales por parte de profesionales del Rotary Club de Santa Teresita y de la Federación de Cooperativas de Trabajo (Fecootra), para aprender a diseñar y fabricar estas sillas adaptadas.
Otros detalles
Desde el gobierno bonaerense explicaron que estas tareas que desarrollan los internos, buscan la integración de personas privadas de su libertad, dentro de una capacitación y como medio de salida laboral para el futuro.
Vale aclarar que si bien es una grata noticia, la producción de sillas de ruedas de la Unidad 15 funciona desde el año 2011, y desde entonces ya se entregaron más de 200 unidades provistas por CIDELLI, CILSA, PAMI, el INAREPS, entre otras instituciones. El taller de reciclado de sillas anfibias se puede encontrar en la zona de guardavidas en Santa Teresita.
Los flamantes productos ya fueron probados en el mar, ante la presencia de autoridades municipales, del ministerio de Justicia, del Servicio Penitenciario, de la ONG «Cambio de Paso» y del Rotary Club de Santa Teresita.
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