Desde 2019 los jóvenes pueden ser titulares plenos de una cuenta bancaria gratuita en pesos, con la que puedan pagar consumos de forma electrónica, extracciones, transferencias y, también, inversiones en plazos fijos tradicionales y UVA.
Las empresas fintech están ganando terreno sobre los bancos tradicionales en la oferta de productos digitales para el manejo de finanzas personales entre adolescentes de 13 a 17 años, un segmento que, de la mano de los juegos en línea y el avance de la tecnología, demanda administrar de otra manera el dinero que reciben de sus adultos a cargo.
Los adolescentes están habilitados por el Banco Central (BCRA) a ser cotitulares de una caja de ahorro abierta por sus tutores desde 2016, una normativa que se amplió en 2019 para que pudieran ser titulares plenos de una cuenta bancaria gratuita en pesos, con la que puedan pagar servicios o consumos de forma electrónica, extracciones, transferencias y, también, inversiones en plazos fijos tradicionales y UVA.
«La generación que hoy tiene entre 13 y 17 años nació en un entorno en el que manejar el dinero digitalmente es lo normal, lo cotidiano»
SEBASTIÁN BOTTCHER – NUBI
En estos años, la oferta de productos para este sector comenzó a diversificarse de la mano de aplicaciones para el celular que permitan administrar tarjetas de débito prepagas, una propuesta a la que empresas fintech como Ualá, Naranja X, BKR y Paymóvil apuntaron con mayor énfasis.
«La generación que hoy tiene entre 13 y 17 años nació en un entorno en el que manejar el dinero digitalmente es lo normal, lo cotidiano. Esto hace que no haya que hacer ningún esfuerzo en materia de comunicación, ellos ya lo saben, sólo hay que darles acceso a estos servicios», dijo a Télam Sebastián Bottcher, CEO de Nubi, fintech que esta semana lanzó su propia aplicación para que adolescentes gestionen dinero desde el celular.
En ese sentido, sostuvo que «es una generación que también toma como muy natural comprar online, no solo los productos tangibles, sino también todo lo que tiene que ver con gaming o entretenimiento, como ser jugar PlayStation, Spotify o Netflix».
Fuentes del sector aseguraron a Télam que los consumos de los jóvenes se ven, sobre todo, en la contratación de servicios de plataformas de música, series, gaming y tecnología, además de las recargas de celular y tarjeta SUBE y delivery de comida.
Según Bottcher, estas aplicaciones son «muy valoradas por los jóvenes que buscan dar los primeros pasos en el manejo de su dinero y acceder de forma independiente a sus consumos más frecuentes», pero también «para sus padres, que le están ofreciendo a sus hijos una herramienta sencilla, amigable y de muy fácil uso para controlar sus gastos».
Una de las firmas lideres en el segmento de menores de 18 años es Ualá que, desde su lanzamiento en 2017, activó más de 200.000 tarjetas recargables para adolescentes -el 7% de las más de 3 millones de tarjetas emitidas en el país- de los cuales el 80% vive por fuera de la zona del AMBA.
«Nos pareció relevante hacer una propuesta específica para el sector que, si bien ya tenía una regulación específica, no era una audiencia a la que se apuntara. Por eso propusimos un producto que no tiene diferencias con el de para adultos, pero sí tiene que ser autorizado por sus tutores», explicaron a Télam desde Ualá.
Al respecto, aseguraron que el producto «se hizo muy fuerte» en este grupo ya que «valoran tener autonomía, una tarjeta a su nombre y no una extensión de la cuenta de sus padres» que, a su vez, pueden controlar el dinero que gastan sus hijos ya que, al ser prepaga, sólo se puede usar el dinero que le depositen.
En la carrera para fidelizar al público joven también se anotan los bancos privados como el Santander, Macro, BBVA, HSBC, Itaú y Credicoop, además de otros públicos como el Ciudad, el Nación, el Provincia y el Banco de Córdoba, aunque corren por detrás.
En un relevamiento entre entidades financieras muchas de ellas admitieron haber lanzado hace poco productos para este público y que aún no tienen un nivel significativo de clientes en este sector, pero que el objetivo es crecer en los próximos meses.
Entre estos, el Banco Santander tiene disponible su tarjera recargable NOVA, que apunta a una primera bancarización de los más chicos y a ayudar a sus padres en la organización del dinero que les dan para su día a día.
«En ese segmento no tenemos cuentas tradicionales, sino que lo que hacemos es bancarizarlos con esta modalidad de tarjetas prepagas. Ya tenemos más de 50 mil tarjetas activas», señalaron desde el Santander sobre la propuesta que, también, ofrece hasta 30% de descuento en consumos de indumentaria, calzado, librerías, accesorios y gastronomía.
En el caso de la banca pública, el Banco Nación (BNA) tiene disponibles tres tipos de productos para menores de edad: cajas de ahorro a nombre de adultos con menores autorizados a pagos y extracciones, cuentas de ahorro en UVA indisponibilizadas hasta que alcancen la mayoría de edad, y cajas de ahorros plenas para adolescentes.
«Tenemos cerca de 1.500 cuentas abiertas con estas distintas modalidades. Lo que buscamos es estimular los primeros pasos en el manejo del dinero y ayudar en un proceso de inclusión financiera entre los menores de edad», explicaron desde el BNA.
(Fuente: Télam)