Coronavirus en la Argentina. Qué dicen los infectólogos sobre flexibilizar la cuarentena cuando hay un récord de casos
El 20 de marzo, cuando se decretó el aislamiento social obligatorio, la Argentina tenía 128 casos confirmados de coronavirus. Anteayer, el Ministerio de Salud de la Nación informó que hubo 4250 nuevos infectados y 82 muertos en un día, lo que representó un nuevo pico de contagios y fallecidos, cuando el número en las últimas semanas se había mantenido, en promedio, en los 3000 casos por día. Ayer, esa cifra descendió a 3624 contagios y 62 fallecidos. En el Área Metropolitana de Buenos Aires, están ocupadas el 63,7 % de las camas de terapia intensiva. Sin embargo, el país se encamina hacia una etapa de mayor apertura. ¿Qué dicen los infectólogos respecto de la decisión que anunciarán Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta?
Los especialistas indican que no hay una respuesta que sea del todo satisfactoria. Si bien los números inquietan, señalan que la cuarentena también trae aparejada otros problemas vinculados al plano social, afectivo y económico. Además, remarcan que el movimiento de la población, de a poco, adquiere una dinámica propia, más allá de las decisiones de las autoridades.
Pablo Scapellato, infectólogo, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explica que, si bien todos los esfuerzos que se hicieron fueron para contener la situación sanitaria, esas medidas también impactaron en otras cuestiones, como el estado de ánimo y la economía de las personas. «Con las cifras actuales, relajar las medidas de contención es algo que me inquieta. No obstante, yo entiendo la complejidad de las decisiones porque esta pandemia nos pone frente a múltiples desafíos», indica.
Aunque el especialista destaca que no hay una respuesta absoluta: «También es cierto que a esta altura chocan los enunciados con la realidad, porque esta última profundización de la cuarentena no restringió mucho el movimiento de la gente».
Si bien el confinamiento de los argentinos lleva más de tres meses, basándose en las cifras sanitarias Scapellato cree que las decisiones, hasta el momento, fueron correctas: «Si nos comparamos con otros países de la región, creo que el camino que recorrimos fue acertado».
Piña en los dientes
Hoy por la mañana, el infectólogo Tomás Orduna, uno de los médicos que asesora al Gobierno de Alberto Fernández en la crisis del coronavirus, habló sobre las cifras que se conocieron ayer de la pandemia en el país, y afirmó que se trató de un golpe muy fuerte justo en medio de la confección del nuevo plan de cuarentena para implementar a partir del fin de semana. De todas maneras, confirmó que la decisión de flexibilizar «ya está tomada».
«Ayer nos dieron una piña en los dientes. Veníamos con siete u ocho días de un amesetamiento en 3000, 3500 casos, pensamos que eso podía ser la cumbre. Pero no. Y pasó cuando ya está decidido y hay que dar el empuje final a cómo va a ser la próxima etapa» del aislamiento, declaró Orduna en diálogo con la radio AM750. Aunque desde el Gobierno indican que si los número empeoran, habrá que volver atrás.
Ricardo Teijeiro, infectólogo y miembro de la SADI, entiende que «el pico de ayer es una foto sobre los que se contagiaron hace 10 días, pero, posiblemente, el esfuerzo de estas últimas semanas se note en los resultados de los próximos días. Es importante que el virus está impactando más en la población de menos riesgo y eso hace que no tengamos aún más fallecidos. La gente mayor está muy resguardada. Creo que hay que ir hacia una mayor apertura, pero con consciencia y de una manera razonable».
«Yo creo que mirar las fotos día a día es complicado. Hay que mirar la película y se ve que hace 10 días se mantiene el promedio de casos. Me parece que no hay que guiarse por estos grandes saltos, sino por las tendencias a lo largo de las semanas. Porque el número de casos también varía según cuántas personas se testearon y eso cambia por un montón de variables. Me inclino más por ir hacia una etapa de mayor apertura», explica Ricardo Rüttimann, médico pediatra e infectólogo, miembro de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos y de la SADI.
Rüttimann sostiene que, como indicó el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, en las grandes ciudades, cuando el 15% de la población se infectó, la curva empezó a amesetarse y luego a descender: «Creo que eso es lo que va a suceder en el plano local. Además, no creo que seguir con las restricciones tenga un efecto tan concreto: vimos en los últimos días que había mucho más movimiento que en marzo».
«Si nos basamos en los datos, este no es el mejor escenario posible. Ahora, también entiendo que sea casi la única decisión posible en el plano político», señala Jorge Aliaga, exdecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. «Yo no creo que la curva se comporte en la Ciudad como se comportó en la Villa 31, en donde hubo un pico y ahora la curva está en baja. La situación de la Ciudad es distinta y, además, hubo un relajamiento en las últimas semanas. Es importante que, si liberan actividades, la gente no confunda el hecho de poder hacer la actividad, con que ya pueden bajar la guardia. El Gobierno debería volver a insistir en las campañas que fomenten la prevención, y la gente también debería evitar ver a personas que no sean aquellas con las que conviven», agrega el especialista. (La Nación – Por Alejandro Horvat)