Recomendaciones para evitar intoxicaciones con monóxido de carbono

Dadas las bajas temperaturas que se están registrando por estos días en Chascomús y el inevitable uso de distintos artefactos para calefaccionarnos, es importante que tomemos medidas de cuidado frente al monóxido de carbono.
La Municipalidad, junto al ENARGAS, recordó para los vecinos que el monóxido de carbono es un gas altamente venenoso que se propaga rápidamente en el aire del ambiente.
Se genera por combustiones deficientes y es imposible percibirlo porque no tiene color, no tiene olor ni sabor y no irrita las mucosas. Una vez inhalado, se combina con la hemoglobina de la sangre a través de los pulmones e impide que el oxígeno llegue a los órganos vitales.
Algunas medidas preventivas
Una de las principales causas de la aparición de monóxido de carbono está en el mal estado de los artefactos de gas o en sus instalaciones.
Por ello, es importante tomar los siguientes recaudos:
-Hacer revisar los artefactos de la vivienda por un gasista matriculado.
-En los dormitorios o baños, sólo pueden instalarse estufas de tiro balanceado.
-Mantener las hornallas siempre limpias. Los quemadores sucios pueden generar una mala combustión.
-Verificar la existencia de rejillas de ventilación permanente. Asegurase que no estén obstruidas.
-La llama de gas siempre debe ser de color azul.
Para evitar accidentes, toda instalación de artefactos a gas debe cumplir con las condiciones de ubicación, ventilación y evacuación de gases producto de la combustión, conforme a Reglamentaciones Técnicas Vigentes (ver capítulos VI y VII de la NAG-200) que siempre deben ser realizadas y controladas por un gasista matriculado.
¿Cuáles son los síntomas de una intoxicación?
El monóxido de carbono ingresa al organismo a través de los pulmones; se combina con la hemoglobina de la sangre (con una afinidad 250 veces mayor que con el oxígeno); y reduce su capacidad de transportar oxígeno a las células, provocando la hipoxia de los tejidos. De acuerdo con el tiempo de exposición, puede afectar al cerebro y al corazón.
Los síntomas de una intoxicación por inhalación de monóxido de carbono se confunden, a menudo, con los de la gripe o una intoxicación alimentaria.
Una intoxicación leve se manifiesta con debilidad, cansancio y tendencia al sueño; dolor de cabeza, náuseas y vómitos; dolor de pecho y aceleración del pulso en la primera fase.
Una intoxicación grave puede producir temperatura corporal baja; inconsciencia, respiración irregular, convulsiones, pulso lento y/o irregular, tensión arterial baja, y hasta paro respiratorio.