Recuperar el monasterio abandonado de Gándara para que sea un centro de rehabilitación de jóvenes con adicciones

También recuperaría su función de casa de retiro. El lugar, que albergó un hogar de huérfanos, una capilla y un colegio, no tiene actividad desde hace décadas
Desde hace 50 décadas, el monasterio San José, ubicado en Gándara, quedó definitivamente abandonado.
El distinguido diseño y la extraordinaria calidad de los materiales que se utilizaron en la construcción el hogar de huérfanos, la capilla y el colegio que componen el admirable complejo son la razón por la cual esta joya arquitectónica sigue en pie y aún conserva algo de esplendor original a pesar de estar en ruinas.

La Capilla Nuestra Señora del Rosario fue inaugurada el 26 de septiembre de 1938. Dos años después se construyó al lado el Colegio Apostólico San José que estaba a cargo de los Padres Agustinos Recoletos.
La Iglesia fue encargada por Francisco Monasterio, nieto de Leonardo Gándara (el fundador del pueblo), a Alejandro Bustillo, uno de los arquitectos más reputados de la historia de la Argentina por ser el fundador del “estilo clásico nacional”.
La importancia que se le dio al diseño de este grupo de construcciones nos habla de la relevancia de semejante edificación. Bustillo fue el mismo profesional que diseñó el Hotel Provincial, el complejo Bristol y el Casino Central de Mar del Plata así como el Hotel Llao Llao en Bariloche o la casa de Victoria Ocampo y el edificio donde vivieron Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo.
En el colegio del monasterio San José funcionaba un seminario, un filosofado, y un teologado, por lo que allí hubo una intensa actividad cuando estuvo abierto, es decir, entre 1939 y 1954.
Al continuo ir y venir de sacerdotes y novicios hay que sumar el hecho que ya desde antes de la inauguración comenzaron a llegar al lugar niños huérfanos que los religiosos ubicaron en la planta alta del monasterio.
Por alguna razón que todavía hoy no está clara en 1954 los Padres Agustinos Recoletos abandonaron el lugar y todo el magnífico edificio quedó deshabitado en 1960. Como último golpe de gracia en 1974 se produjo el abandono total y definitivo de todo el complejo.
Las razones no están claras. Algunos vecinos consideran que se debió a que el mantenimiento del conjunto de edificios era muy caro, según un informe de TN (Todo Noticias). En los hechos la capilla y el colegio fueron transferidos a la Diócesis de La Plata en 1974 hasta que se creó el Obispado de Chascomús, en 1980.
En los últimos tiempos había circulado un proyecto de una ONG que tenía como objetivo desarrollar en el lugar la actividad del turismo de reuniones, donde se pudieran realizar convenciones y eventos empresariales, entre otras opciones. Sin embargo, ahora se supo que hay otro destino planeado para el monasterio.
En una entrevista con el canal Somos Chascomús, el obispo diocesano Juan Ignacio Liébana adelantó que la Diócesis de Chascomús ya trabaja en revivir el monasterio de Gándara como casa de retiro y centro de rehabilitación para jóvenes con adicciones.
“Nuestro sueño es recuperar Gándara y poner nuevamente en funciones este espacio tan querido por toda la diócesis. Nuestro sueño es que todas las comunidades de la diócesis, desde Mar de Ajó hasta Brandsen, desde Maipú hasta General Belgrano y Monte se puedan sumar a la causa de recuperar este lugar tan lindo pero tan venido abajo”, contó Liébana.
“Por ahora estamos en la etapa de ver el estado de situación y de armar el plan de obras. Después vendrá la etapa de hacer habitables algunos espacios para comenzar a utilizarlos. Asimismo armamos un grupito de laicos y profesionales que también están detrás de este sueño de recuperar Gándara”, agregó el obispo de Chascomús.
Respecto del financiamiento para llevar a cabo las obras, Liébana anticipó que en principio se hará “con rifas, con venta de empanadas, con bingos… Ya veremos bien la manera en la que lo vamos a hacer. Y también con aquellos que tengan más recursos y quieran ayudar”.  (Fuente: Entrelíneas)