Los factores son diversos, como la cantidad de tiempo de exposición, el tipo de contenido que consumen, las interacciones que ofrecen y el grado en que su uso interrumpe otras actividades.
El uso excesivo de redes sociales pueden presentar un riesgo para la salud mental de los niños y adolescentes, debido a que se encuentran en pleno desarrollo cognitivo y por la cantidad de horas que pasan frente a las pantallas.
El informe “Redes sociales y la salud mental de los jóvenes” advierte sobre esta problemática, y fue presentado por autoridades sanitarias de Estados Unidos.
El jefe de Salud Pública de los Estados Unidos, Vivek Murthy, indicó que “los adolescentes que usan las redes sociales durante más de tres horas al día enfrentan el doble de riesgo de síntomas de depresión y ansiedad, lo cual es particularmente preocupante dado que la cantidad promedio de tiempo que los niños usan las redes sociales es de 3 horas y media al día”.
De acuerdo al estudio, el uso de las redes sociales en los menores es “casi universal”, ya que hasta el 95% de los jóvenes de 13 a 17 años informaron que usan alguna plataforma de redes sociales y más de un tercio dijo que utilizan las redes sociales “casi constantemente”. Aunque los 13 años son comúnmente la edad mínima requerida para las redes sociales, en Estados Unidos cerca del 40% de los niños de 8 a 12 años ya usan las redes sociales, expresa el documento.
El trabajo señala que el impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes está determinado por diversos factores como la cantidad de tiempo de uso, el tipo de contenido que consumen, las actividades e interacciones que ofrecen las redes sociales y el grado en que su uso interrumpe otras actividades esenciales para la salud como el sueño y la actividad física.
“El desarrollo del cerebro es un factor crítico a considerar al evaluar el riesgo. Los adolescentes, de 10 a 19 años, atraviesan un período muy sensible de desarrollo cerebral”, indica el estudio, por lo que “el uso frecuente de las redes sociales puede estar asociado a cambios en el desarrollo de la amígdala, importante para el desarrollo emocional y la corteza prefrontal, que regula el control de los impulsos y el comportamiento social”. “Por lo tanto, los adolescentes pueden experimentar una mayor sensibilidad emocional por la naturaleza interactiva de las redes sociales”, añade.
Murthy también hizo un llamado a las empresas tecnológicas para que hagan cumplir los límites de edad mínimos y creen configuraciones predeterminadas para niños con altos estándares de seguridad y privacidad. (DIB) ACR