Ambas operaciones habían sido denunciadas públicamente por presuntas irregularidades y conflictos de interés entre integrantes de la administración porteña y los dueños de las empresas que participaron de las transacciones
Dos funcionarios del gobierno porteño presentaron sus renuncias este sábado en medio de dos contrataciones sospechosas que fueron denunciadas públicamente y quedaron bajo la lupa de las autoridades. Se trata de Nicolás Montovio, subsecretario de Administración del Sistema de Salud, y de Gonzalo Robredo, presidente del Ente de Turismo.
El primero estuvo involucrado en una compra directa de 15.000 barbijos a $3.000 cada uno realizada el 5 de abril a la compañía Green Salud. El segundo participó de la contratación de hoteles para alojar a enfermos leves de coronavirus. Ambas transacciones están sospechadas de irregularidades.
Uno de los protagonistas de esta historia es el empresario Ignacio José María Sáenz Valiente, apodado por sus amigos y familiares como “El Verde”, quien mantiene negocios con Rodrigo Miguel, hermano de Felipe Miguel, jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires.
En un comunicado de prensa difundido este sábado, el gobierno informó que Rodríguez Larreta aceptó las renuncias de Montovio y Robredo y ordenó realizar una investigación interna “para garantizar que no hubo perjuicios económicos contra el Estado”. A la par, la oposición formalizó una denuncia penal y presentó un pedido de informes en la Legislatura sobre las licitaciones y las compras directas en las que participó la compañía de Sáenz Valiente.
Los barbijos de $3.000
En medio de la cuarentena total dispuesta por el Poder Ejecutivo con el objetivo de postergar el pico de la pandemia y ganar tiempo para dotar de insumos al personal médico, la administración porteña compró en forma directa 15.000 barbijos N95- el Gobierno de la Ciudad asegura que sólo se compraron 1.600-de la compañía 3M a $3.000 cada uno. En un principio, llamó la atención el valor pactado porque se encuentra por encima de los precios en los cuales se consigue el producto en tiendas virtuales de todo el mundo. El gobierno argumentó la transacción en virtud de la urgencia y la ausencia de proveedores en un momento donde varios países requieren los mismos productos.
Sin embargo, no sólo los montos del contrato generaron polémica sino también los apellidos involucrados. La empresa que vendió los barbijos, Green Salud, está a nombre de Sáenz Valiente y de una empleada administrativa que aparece en otra docena de empresas creadas por ese mismo abogado.
Lo llamativo de la firma es que fue creada en octubre del año pasado y no registra ninguna otra venta a la Ciudad. De hecho, no figura en el registro de proveedores que pueden contratar con el gobierno porteño, aunque fuentes oficiales aclararon que la ley de emergencia por el coronavirus permite realizar transacciones con empresas que no están inscriptas.
Green Salud debutó literalmente con la venta de barbijos a la Ciudad, al menos con organismos oficiales. Infobae consultó con registros públicos y tampoco figuran compras o licitaciones previas con el gobierno bonaerense ni con el gobierno nacional. (Fuente Infobae)