Ricardo Echegaray está a un paso de su primer juicio oral: la Cámara en lo Penal Económico confirmó su procesamiento por autorizar, durante su paso por la Aduana, el ingreso al país de un auto de alta gama que no pagó impuestos por tener patente diplomática, pero luego fue vendido a un particular.
El vehículo, un Mercedes Benz E 350, estaba destinado a Chun Teh Hsieh, entonces representante de la Oficina Comercial y Cultural de Taipei (Taiwán), que también será juzgado. Para la Justicia, el diplomático conocía que había recibido un tratamiento aduanero y fiscal inadecuado.
«El importador Hsieh no se encontraba comprendido en alguna de las categorías de beneficiarios establecidas en ese régimen especial, ya que la República Argentina no mantiene relaciones diplomáticas ni vínculos oficiales con el país que aquel representaba», indicaron los camaristas Edmundo Hendler, Nicanor Repeto y Juan Carlos Bonzon, integrantes de la Sala A de la Cámara en lo Penal Económico.
Los jueces también tuvieron en cuenta que la autorización se gestionó por una «simple nota» y que no hubo intervención de la Cancillería. Efectivamente, Echegaray autorizó la importación del vehículo a través de la nota 1434 del 2006. Y el vehículo fue despachado a plaza el 22 de enero de 2007.
Pero la reglamentación vigente establecía que era la Dirección Nacional de Ceremonial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto la autoridad de aplicación del régimen de franquicias diplomáticas.
Aunque confirmó el procesamiento de Echegaray, el tribunal revocó la fianza de 1 millón de pesos que le había impuesto el juez Diego Amarante como condición para permanecer en libertad, y lo cambió por una caución juratoria.
Sin embargo, los jueces confirmaron la prohibición de salida del país, la obligación de no ausentarse por más de 72 horas de su domicilio y de presentarse periódicamente en el juzgado.
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