El futbolista y su esposa Laura remarcaron la “injusticia” que sienten por el trato recibido debido a la condición de su hijo con TEA.
El arquero de Independiente y exjugador de Gimnasia y Esgrima de La Plata, Rodrigo Rey, denunció a la escuela a la que asisten sus hijos, Benicio y Renata, en la localidad de City Bell, tras recibir una carta documento en la que se le informó que no podrán continuar en la institución en 2025.
El futbolista aseguró que la medida se tomó en forma discriminatoria contra su hijo Benicio que está dentro de la condición del Espectro Autista (TEA), y en represalia por un posteo en redes sociales que había realizado meses atrás donde daba cuenta de la falta de herramientas de los docentes del colegio para generar un entorno de convivencia empático.
El matrimonio presentó un recurso de amparo para que sus hijos continúen en el Colegio José Manuel Estada de City Bell el año que viene. Sin embargo, el 28 de noviembre, la justicia rechazó la medida cautelar. No obstante, esta semana apelaron la resolución.
Por su parte, Rodrigo Rey y su esposa Laura, se expresaron sobre la problemática que atraviesan a través de Instagram. Ambos remarcaron la sensación de “injusticia” que tienen y se manifestaron ya que a muchas familias con hijos dentro de del TEA experimentan situaciones similares.
“No son días buenos ni son días malos, son simplemente días. No logran ser buenos porque sé que los míos, que mi familia, que mi mujer, que mis hijos, al igual que yo tenemos esa sensación de injusticia. Esa impotencia que se canaliza como se puede, que te atraviesa. Esa bronca de ver que a veces no alcanza con ser buena gente, que defender los derechos de tus hijos le molesta a otras personas y deciden, en represalia sacar a tus hijos de sus espacios, de sus círculos de amigos, sin importar si su estabilidad emocional está en juego, sin importar que son chicos que su entorno los adora, sin importar que uno de ellos es TEA (autista) y que justamente sus amigos lo ayudaron a avanzar este año a pasos agigantados al punto de poder reducir sus terapias de 5 a 3 semanales. Estamos rotos”, expresó.
“Ahora, tampoco puedo permitirme que sean malos porque en mi mundo, en mi trabajo no hay pausas, no hay tiempos, se sigue siempre para adelante y hay que estar listo para la próxima batalla. Hay que juntar los pedacitos, pegarlos rápido y estar fuerte para seguir adelante dando pelea. Si hay algo que me enseñó el fútbol y la vida es eso, es a no bajar los brazos, es a hacer que las cosas sucedan, es que vale la pena librar las batallas que son honestas, que son justas y eso haremos. Con el corazón en la mano, juntos como familia, como equipo para buscar fuerzas de donde hoy es difícil encontrar. Confiamos mucho en Dios y en la justicia”, concluyó.
Laura, la mamá de los chicos, también publicó un breve y sentido mensaje en historias, junto a un video donde aparece quebrada por el llanto. “Les prometo que no encuentro palabras para explicar lo que se siente ver a tus hijos sufrir por una injusticia. Sufrir en silencio es una de las cosas más difíciles que nos ha tocado enfrentar. Que Dios y la justicia nos ayude. ¡No damos más! No nos merecemos esto como familia. Estamos rotos”, escribió, al tiempo que, en el video, subrayó: “No quisiera desobedecer a nuestros abogados que nos están ayudando, que están siendo casi unos psicólogos, nos están acompañando en un tema que para nosotros es muy sensible. Hoy me levanté muy mal, el sentimiento que te genera, es una injusticia, me dan crisis de ansiedad”.
El posteo
La familia Rey cree que las autoridades del Colegio José Manuel Estrada de City Bell decidieron que sus hijos no continúen en la institución por una publicación en redes sociales, en la que compartieron una foto donde se ve una colchoneta pequeña, el supuesto “espacio de calma” para el niño, que tiene una condición de fatiga muscular.
“Es imagen es el supuesto ‘espacio de calma’ para nuestro hijo en el colegio. Esta imagen nos parte el alma en mil, esta imagen describe lo que venimos renegando con esta escuela”, indicó Rey junto a la fotografía de una colchoneta de gimnasia de un metro lago por cincuenta centímetros de ancho y de un espesor muy finito. El material era de cuerina y, según explicó, estaba muy fría, lo cual acrecentó su sensibilidad sensorial. “El equipo de orientación de esta escuela se nos está riendo en la carga. Hoy, una vez más, le faltaron el respeto a nuestro hijo”, añadió el deportista.
La familia Rey aseguró además que tras ese episodio, quisieron realizar un aporte a la escuela para modificar las instalaciones y hacerlas acordes para tratar a chicos como Benicio, pero no hubo respuesta ni intercambio asertivo.
En carne propia
Rey conoce del tema en carne propia, ya que él mismo tiene una condición en el habla, una disfluencia, conocida coloquialmente como tartamudez. En esa línea, se ha sumado a distintas campañas contra la discriminación y la concientización sobre su problemática y el bullying.
(DIB) ACR