Se realizó la reconstrucción de la persecución y el crimen de Lucas González

En varios tramos, las víctimas y los policías estuvieron a pocos metros de distancia.

La reconstrucción del ataque a balazos perpetrado por tres Policías de la Ciudad contra cuatro jóvenes en el barrio porteño de Barracas, que tuvo el peor descelace, el crimen de Lucas González, se llevó a cabo en la jornada de hoy la presencia de dos de los sobrevivientes y sin los padres de la víctima, a quienes su abogado decidió preservar.

Vale recordar que iba a realizarse el martes 30 de noviembre pero suspendió a diez minutos de su inicio, debido a que el defensor de los tres policías procesados por homicidio agravado, Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi, realizó un planteo por no haber sido convocado.

Esa presentación fue aceptada por el juez de la causa, Martín Del Viso, para evitar futuras nulidades y la reconstrucción fue fijada nuevamente para hoy con la presencia de todos los imputados.

Para la reconstrucción se montó un operativo que contó con más de 160 policías federales, principalmente de la División Homicidios, que interviene directamente en la investigación, y de la División Búsqueda de Evidencias, a cargo de las pericias.

La reconstrucción del episodio comenzó después de las 10, en el cruce de las calles Luna e Iriarte, y siguió el recorrido que realizaron los chicos.

Al llegar al lugar, los adolescentes, que ingresaron abrazados al perímetro, fueron recibidos con aplausos por varios vecinos de la zona y con gritos de “¡Justicia por Lucas!”, y “¡Fuerza chicos”!, a lo que respondieron tímidamente alzando su mano.

Pasadas las 10.30, la reconstrucción llegó al cruce de Iriarte y Vélez Sarsfield, donde los policías interceptaron el auto de los jóvenes y dispararon. En ese lugar ocurrió el primer acercamiento entre las víctimas -y sus familias- con los policías imputados ya que, a las 10.50 descendieron de la camioneta del SPF esposados, con chaleco antibalas y cascos, y presenciaron el procedimiento a escasos 10 metros de los adolescentes.

Además de los adolescentes y los policías, fue importante el testimonio de un testigo, quien en el día del hecho se encontraba paseando perros y, según el abogado Dalbón “relató lo mismo que las víctimas”.

La reconstrucción continuó por la calle Luzuriaga, en dirección a Alvarado, donde uno de los adolescentes relató que luego de hacer aproximadamente 130 metros, ya con Lucas herido con un disparo en la cabeza y recostado sobre las piernas del conductor, los dos chicos que venían en el asiento trasero descendieron del rodado y comenzaron a correr con el objetivo de pedir ayuda.

El relato de las víctimas continuó sobre la calle Alvarado, donde el Volkswagen Suran fue detenido y dos de los adolescentes esposados, mientras que Lucas aguardaba la ambulancia para ser trasladado a un hospital.

En el cruce de Alvarado y Pedriel, nuevamente los chicos relataron lo sucedido ante el fiscal, los abogados de las partes, y efectivos de la PFA encargados del procedimiento.

Otro momento clave fue cuando una de las víctimas miró hacia una casa donde había una vecina asomada por la ventana y recordó que la misma persona observó todo lo sucedido durante el hecho del 17 de noviembre último.

Ante esa situación, la mujer fue invitada por las partes a brindar su testimonio y, según Dalbón, relató cómo fueron esposados y tratados los menores durante las primeras horas del hecho.

El procedimiento finalizó con el testimonio de uno de los padres de una víctima, que fue el primer adulto responsable que llegó a la escena tras ser avisado por su hijo.

El hombre contó que fue él quien le avisó al papá de Lucas, Mario González, lo que había pasado con su hijo.

En tanto, una psicóloga de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas Dirección de Asistencia y Orientación a la Víctima (Dovic), estuvo en todo momento con las víctimas.

Por último, cerca de las 14, los dos adolescentes sobrevivientes se sentaron sobre el cordón de la vereda, y casi sin mediar palabras entre ellos, se fundieron en un abrazo. (DIB) ACR