Seis puntos: los fantasmas que alejan la inversión de la Argentina

Grandes oportunidades y riesgos mínimos. Eso ofrece la Argentina, según prometió el presidente Alberto Fernández en el Foro Económico Mundial en Davos la semana pasada.

«Si invierten en la Argentina y hace tiempo que están acá, se darán cuenta de que la oportunidad es muy grande y los riesgos son mínimos», afirmó el primer mandatario en medio de la mayor caída del producto bruto (PBI) desde la crisis de 2001 por las cuarentenas para frenar a la pandemia y de la menor tasa de inversión en el país en 15 años.

No sólo los argentinos invierten poco para sostener un crecimiento sustentable de la actividad en el tiempo sino que, en los últimos años, algunas señales económicas y políticas fueron suficientes para que algunas compañías decidieran desinvertir en el país o «buscar socios locales» como una manera de abandonar la pendular economía argentina.

El riesgo hacia adelante es mayor al que plantea el Presidente. Congelamiento de precios y de tarifas, cepo cambiario, inflación elevada, inestabilidad en los marcos regulatorios, inseguridad jurídica y creciente incertidumbre política sobre el rumbo económico son sólo algunos de los temores que mencionan economistas privados consultados por LA NACION.

La inversión con relación al PBI en pesos de 2004 terminó 2020 en 14,9%, según la consultora LCG. El Ieral cree que para lograr un crecimiento constante se necesita un 23%. Algunos analistas estiman que, gracias a la construcción, la inversión mejorará este año. Sin embargo, son desembolsos que no servirán para impulsar una reproducción de capital.

«Raramente alcanzó ese guarismo en las últimas décadas. La última vez lo logró un trimestre hace 10 años (segundo de 2017), y hace poco más de dos años que se ubica por debajo del 20%», afirmó Marcelo Capello. «En el tercer trimestre de 2020, la inversión alcanzó 18,5% del PBI, y en el segundo trimestre, en lo peor del efecto económico de la pandemia, apenas pasó el 12%, lo cual no alcanza para reponer el capital que se deprecia», agregó el economista.

«La última década ha sido de estanflación, y la inversión no puede ser alta si la demanda no termina nunca de arrancar, y existe exceso de capacidad instalada. Se agrega el efecto de la inflación, que dificulta planificar, y cambia rápidamente los precios relativos: lo que es rentable producir hoy, podría no serlo dentro de un año», explicó el especialista. Los últimos tres años, el país tuvo una inflación que tocó picos de más de 50% y recesión económica.

Capello afirma que también influye la incertidumbre y la inseguridad jurídica. «Ese factor seguramente jugó fuerte entre 2011 y 2015, y lo está haciendo nuevamente desde 2019. Aun cuando existan casos de rentabilidad para exportar, con precios favorables, la incertidumbre sobre la evolución de los precios relativos en el futuro y sobre las características de la política económica, retrasa o impide las decisiones de inversión», indicó el economista de Ieral.

El experto remarca además la «sensación de doble comando» entre el Presidente y Cristina Kirchner como un factor de incertidumbre. A eso suma la expectativa que desde el Congreso se aprueben leyes que atenten contra la buena marcha de la economía y la rentabilidad de la inversión. «Los Precios Máximos y tarifas congeladas son otros factores que generan incertidumbre y demoran inversiones, cuando no las evitan», estimó.

 

La vicepresidenta Cristina Kirchner ya dejó trascender que no habrá aumentos de tarifas de servicios públicos superiores al 9% en un año electoral luego de que en 2020 estuvieran congeladas. Por otro lado, el Gobierno confirmó que -tras un año de precios congelados- extenderá Precios Máximos por dos meses, pese a que seguirá «desenlistando» productos. Los precios de 23.000 precios están congelados desde el 6 de marzo, pese a que hubo a mediados del año pasado alzas por debajo de los aumentos de costos que tienen las empresas. Martín Guzmán repite en todos los foros internacionales que el cepo se mantendrá hasta que el país logre acumular reservas.

Los empresarios hacen saber al Gobierno públicamente a través de comunicados de prensa y encuentros privados. «La repetida intervención del Estado en las actividades del sector privado de la economía, a través de medidas similares a las tomadas en el pasado que tuvieron efectos adversos, afecta el crecimiento económico y el proceso de inversión privada, que ya está en mínimos históricos», indicó el Foro de Convergencia Empresarial del que participa la Asociación Empresaria Argentina (AEA) en su última carta pública el 9 de enero pasado.

 

 
El Presidente llamó a invertir en la Argentina
El Presidente llamó a invertir en la Argentina

 

En ese comunicado cuestionaron la intervención del mercado de Servicios de Tecnología de la Información y las Comunicaciones, «TIC», a través del DNU 690/20, se le agrega la prohibición de las exportaciones agropecuarias, el congelamiento de precios de alimentos y servicios y de las tarifas de electricidad y gas, y la anulación del aumento otorgado a la medicina prepaga el mismo día en que el mismo había sido aprobado. En las últimas semanas, el Gobierno deshizo parcialmente algunas medidas (autorizó un alza a las prepagas y a parte del sector de telecomunicaciones, por debajo de lo reclamado, dio marcha atrás con el freno al cierre de exportaciones de maíz, buscó dar buenas señales con la reglamentación del teletrabajo y la puntada final a la ley que otorga beneficios a las empresas de economía del conocimiento).

Perspectivas para 2021

«Hay muchos riesgos en la Argentina», afirmó Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina. «El tema del congelamiento y acuerdos de precios o Precios Máximos, que socava la rentabilidad. Hay mucha inestabilidad macro desde 2018 y a un sector transable eso puede impactarle mucho. Después, los cambios de reglas de juego; de repente pasás a ser un servicio público», cuestionó mencionando elípticamente el cambio en el sector de telecomunicaciones.

«Hay una economía que hace diez años no crece. En 2020 todos los países tuvieron caídas de la inversión y en la Argentina ese ratio puede mejorar este año. Será por la construcción, que crea empleo y no consume dólares, lo que es bueno, pero no es inversión reproductiva», cerró.

«El clima es de lo peor por el grado de incertidumbre que existe», afirmó Guido Lorenzo, director de la consultora LCG. «El Gobierno insiste en que la inflación es del 30%, pero voy a la calle y los precios se actualizan al 50%. Se me hace difícil tomar decisiones en ese entorno de precios relativos», explicó y agregó: «Cómo voy a saber mi rentabilidad si tengo que calcular ingresos que se actualizan a unos precios y costos, a otros. A eso se suman las medidas intervencionistas que hacen inviable un proyecto de inversión. Luego uno invierte si hay demanda en el mostrador y esa tampoco aparece. No hay incentivos a invertir en la Argentina».

Por: Francisco Jueguen (Fuente: La Nación)