Con esa sustancia de uso veterinario se estima que fue cortada la cocaína que mató a 24 personas en el conurbano bonaerense.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó que no hay registros en Argentina de carfentanilo y crece el misterio sobre cómo ingresó al país la sustancia utilizada para adulterar la cocaína que mató a 24 personas y causó la hospitalización de casi un centenar.
“No existe ningún producto veterinario registrado que contenga en su composición carfentanilo”, expresaron desde la organización al sitio web de Clarín. Y añadieron: “No se ha autorizado su ingreso al país con fines experimentales u otros motivos”.
Los primeros resultados oficiales sobre dos estudios periciales de la cocaína adulterada arrojaron que la droga contenía carfentanilo, un derivado del fentanilo que es 10 mil veces más potente que esa sustancia y la heroína, informó la Procuración de la provincia de Buenos Aires.
De acuerdo con el informe oficial, estos estudios fueron llevados a cabo “por un lado en el laboratorio de Policía Científica de la Provincia de Buenos Aires y por otro en la Procuración General Bonaerense que han recibido la colaboración del Laboratorio de la cátedra de química orgánica y del instituto UNYFORM de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, donde se llevaron a cabo estudios de gran complejidad, todos los cuales actuaron con gran profesionalismo y premura”.
De hecho, los informes científicos sobre el carfentanilo indican que es de uso totalmente controlado y exclusivamente veterinario, y que se suministra en animales de gran porte y pesados, como elefantes o rinocerontes. A su vez, el uso inadecuado de esta sustancia en humanos puede generar desde una fuerte depresión respiratoria hasta alucinaciones e incluso la muerte.
De acuerdo con los expertos, el antídoto que se administra frecuentemente es la naloxona, un antagonista de los receptores opioides que inhibe competitivamente el fentanilo.
La causa en la que se investigan las 24 muertes y las más de 80 intoxicaciones está a cargo del personal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 16 del Departamento Judicial San Martín que fue el que dispuso una serie de análisis toxicológicos de la droga comprada por las víctimas en el asentamiento Puerta 8 de Tres de Febrero para determinar con qué fue cortada. (DIB) ACR