El lunes pasado, a las 5,30 horas, debí llamar a la Guardia del Hospital Municipal «San Vicente de Paul» debido a que mi hijo, Alfredo Alejandro Cameron, había sufrido una descompensación.
Inmediatamente concurrió una ambulancia y lo trasladó al centro asistencial.
Todo el personal hizo la mejor tarea y brindó su máxima atención para reanimarlo, algo que lamentablemente no sucedió.
Conocedor de que se hicieron todos los esfuerzos posibles para intentar salvar su vida, agradezco con mi mayor sentimiento a los médicos, enfermeros/as, camilleros y choferes del Hospital Municipal que acudieron y actuaron en la emergencia.
José Donald Cameron
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