La gente saltó las vallas y los bomberos no pudieron contener el ingreso a la Casa Rosada – Estaba previsto que el velatorio se extendiera hasta las 19, tres horas más de los previsto, pero culminó a las 17 – El féretro fue traslado hasta el cementerio privado Jardín de Bella Vista donde se realizó la sepultura de los restos.
Con un operativo de seguridad desbordado ayer, cerca de las 17 horas, finalizó el velatorio de Diego Armando Maradona y el féretro fue traslado hasta el cementerio privado Jardín de Bella Vista, donde se realizó la sepultura de sus restos, en un cortejo fúnebre no exento de equivocaciones de recorrido, pero durante el cual la gente ordenadamente despidió con cánticos y banderas a su ídolo.
Ya en el cementerio solamente sus familiares e íntimos accedieron a darle el último adiós, aunque hubo incidentes en las inmediaciones.
Previo a todo esto, en Plaza de Mayo, cuando el Gobierno informó que el velatorio se extendería tres horas (de las 16 a las 19) por la cantidad personas que esperaban para entrar, comenzaron los incidentes más serios, que incluyeron gases lacrimógenos en la entrada de la Casa Rosada y balas de goma en los alrededores de la Plaza de Mayo.
Tal fue el descontrol, que parte de los fanáticos ingresaron a la Rosada por Balcarce 24, que era la salida prevista del velatorio, y coparon el Patio de las Palmeras. Incluso, algunos usaron la fuente que está en el patio para refrescarse ante los efectos de los gases.
Pero el desborde no se ciñó sólo a la Plaza de Mayo y los alrededores la Casa de Gobierno, también hubo disturbios en la zona de 9 de Julio, donde los fanáticos le arrojaron piedras a la Policía, que reprimió la situación con balas de goma y camiones hidrantes.
Cómo empezaron los incidentes
Las puertas de la Casa Rosada se abrieron con puntualidad a las 6 de la mañana de este jueves para despedir a Diego Armando Maradona, quien murió el miércoles a los 60 años.
Tras la despedida íntima de su familia y de un grupo cercano, entre los que se encontraban futbolistas, ex jugadores como Mascherano y Goycochea, los campeones del mundo de 1986 y hasta el barra brava de Boca y procesado por la Justicia, Rafael Di Zeo, comenzaron a ingresar a la Casa de Gobierno quienes querían darle el último adiós al Diez.
Pasado el mediodía, la fila de gente que esperaba ingresar a la Casa Rosada no paraba de crecer y ya ocupaba más de 20 cuadras: desde la avenida de Mayo llegaba hasta la Avenida 9 de Julio y, luego, se extendía hasta Juan de Garay.
Minutos después de las 13, la Policía cerró la fila en la avenida de Mayo y 9 de Julio, comenzó a informar que las puertas de la Casa Rosada se cerrarían a las 16 y nadie más podría ingresar. Sin embargo, la gente continuaba llegando sin hacer caso al anuncio. Por eso, el Gobierno buscaba que el velorio se extienda el horario, pero la familia se mantenía firme con esa hora de cierre.
En medio de esas negociaciones, a las 14 la policia cortó la fila en Av. de Mayo y 9 de Julio y se desataron incidentes y corridas. El peor final en medio del emotivo adiós al máximo ídolo del fútbol argentino.
Un amplio cordón de Infantería de la policía de la Ciudad bloqueó el paso y disparó balas de goma al aire, mientras un grupo aislado de personas les lanzaba piedras.
Mientras tanto, la cantidad de gente que estaba a punto de ingresar terminó por vencer el control policial, por lo que las autoridades permitieron que entraran y el paso fuera más rápido frente al féretro.
La presencias políticas
A las 10,50 arribó Alberto Fernández acompañado por la Primera Dama, Fabiola Yañez. Antes de ingresar a la capilla ardiente, se acercó hasta las rejas para sacarse algunas fotos con la gente que aguardaba para ingresar.
El Jefe de Estado se abrazó con Claudia Villafañe, ex esposa del astro, y con sus hijas Dalma y Giannina, y luego, junto dejó sobre el ataúd una camiseta de Argentinos Juniors con la número 10 en la espalda y un pañuelo blanco de Abuelas de Plaza de Mayo.
Acto seguido, retrocedió unos pasos y comenzó a lagrimear mientras observaba el interminable desfile de personas que llegaron hasta Balcarce 50 para darle el último adiós a Maradona.
También se acercó al velatorio la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien colocó un rosario arriba el féretro del futbolista. CFK envió además una corona floral que fue colocada cerca del cajón.
El velorio comenzó con algunos empujones porque inmediatamente después de que se abrieron las puertas se produjo un pequeño incidente con un grupo que intentó derribar las vallas de contención y se enfrentó a la Policía.
La transmisión en vivo mostró el féretro envuelto en una camiseta de la Selección Argentina con el número 10. Pero rápidamente se sumaron camisetas de Boca y otras de la Selección, arrojadas por algunos de los primeros en pasar a despedirlo.
Llantos, aplausos, gritos de cancha y todo tipo de muestras de idolatría se escucharon en el salón y las cercanías. También algo de tensión con pequeños grupos que no respetaron el orden dispuesto por el operativo policial.
Antes de habilitar el ingreso de la gente que hizo una vigilia de horas en los alrededores de la Rosada y en la Plaza de Mayo, familiares y amigos despidieron al campeón del mundo en México ’86 en una ceremonia privada.
La familia y sus compañeros
El féretro de Maradona arribó a la Casa de Gobierno pasada la 1 de la madrugada.
Claudia Villafañe, la ex esposa, y sus hijas Dalma y Gianinna habían llegado minutos antes. Verónica Ojeda, Dieguito Fernando y Jana Maradona fueron otros integrantes del círculo familiar que pasó durante la madrugada por la Casa Rosada. Diego Jr. está en Italia, internado por coronavirus.
Después de acordarlo en su grupo de Whatsapp, los campeones de México 1986 desfilaron juntos en la entrada para despedir «al capitán», como lo definió Oscar Ruggeri el miércoles al mediodía, al enterarse del deceso.
Sergio Batista, Jorge Burruchaga, Ricardo Giusti, Oscar Garré y Carlos «Chino» Tapia formaron parte de esa fila. No faltó Víctor Galíndez, el masajista de la Selección.
También estuvieron Chiqui Tapia, presidente de la AFA, y Guillermo Coppola, ex representante de Maradona.
Uno de los primeros en arribar a la Casa Rosada fue Sergio Goycochea. El arquero titular de la Argentina en el Mundial de Italia 1990, además de coconductor del programa «La Noche del Diez», se hizo presente antes de la medianoche del miércoles.
En representación de Boca estuvieron Carlos Tevez y Ramón Wanchope Ábila. El plantel xeneize había vuelto pocas horas antes al país, tras la postergación de su partido de la Copa Libertadores ante Inter de Porto Alegre.
A los delanteros boquenses los acompañó Rolando Schiavi, con pasado en el club de La Ribera y a quien Maradona citó a la Selección para las Eliminatorias 2010.